SANTIAGO.- "En esa casa siempre hay fiestas en las que se emborrachan y hay drogas también. Lo que le pasó al bebé fue por ese entorno y por este tipo que siempre ha sido muy malo, tiene amenazado a casi toda la población. Siempre se supo que era muy violento. Si hasta a la mamá le pegaba, pero nunca nadie hizo nada. Ella lo denunciaba pero al rato se arrepentía. Ahora estamos más tranquilos, sabiendo que está preso y es lamentable que haya sido a costa del sacrificio de un pequeño ser".
Este es el testimonio que entregó a Emol una vecina de Felipe Pinela Zenteno, el comerciante de 26 años que ayer quedó preso tras confesar que golpeó brutalmente "porque le daba gana" a una lactante de un año y medio -hija de su pareja- contra quien, además, habría realizado tocaciones de índole sexual, situaciones que son indagadas por la fiscal de la zona sur Erika Maira.
El temor de esta mujer, quien no quiso identificarse por seguridad, y el de los habitantes de calle Antuco de la comuna de La Pintana no son infundados. Pinela tiene un vasto historial policial en el que vecinos, ex parejas, su hermanastra e incluso su propia madre lo denunciaron ante la fiscalía por maltratos y amenazas de muerte.
De las once causas que registra el sistema dos fueron archivadas, cuatro fueron concluidas con la decisión del Ministerio Público de "no perseverar", otras dos fueron agrupadas, una suspendida y en otra no se inició investigación. Cabe entonces preguntarse ¿Se pudo haber evitado el horror al que fue sometida Monserrat M.M. quien hoy lucha por su vida en el Hospital Padre Hurtado?
Pese a no contar con una sentencia ejecutoriada, lo cierto es que la propia fiscal que actualmente investiga el caso del lactante, Erika Maira, archivó una causa en contra de Pinela que fue originada por la denuncia de una hermanastra del imputado, Romina Zenteno Zenteno, que junto a otros parientes que vivían con él lo acusaron de violencia intrafamiliar (VIF).
La mujer concurrió el 28 de agosto de agosto de 2010 hasta la oficina de VIF de la Fiscalía Sur (causa RUC: 1000792431-9) para dejar constancia de que su medio hermano Felipe Pinela Zenteno la amenazaba constantemente a ella y su madre, por lo que temía por su integridad física, pues ella pasaba mucho tiempo sola en casa y creía que él le podía hacer daño. Este medio intentó contactarse con la mujer y sólo respondió su padrastro que rechazó referirse al imputado pese a que él mismo también lo denunció por lesiones y amenazas.
Soldados y sicarios
Algunos pobladores aseguran que Pinela fanfarroneaba con que era una especie de "soldado" de delincuentes del sector y que manejaba armas. El 17 de abril de 2009 protagonizó un violento episodio contra una familia del pasaje en el que vive. Testigos dicen que en esa oportunidad ingresó hasta esa casa y aseguró a los moradores que los mandaría a matar y que los que quedaran vivos irían "con suero al hospital".
Otra de las personas que vivía atemorizada por el acusado es una ex pareja de iniciales L.P.D.H. (33), que el 2008 terminó una relación con Pinela con quien convivía en Chillán. Tras romper con él habría intentado ahorcarla, según señala el parte de su denuncia. Esta indagatoria fue objeto de una salida alternativa: suspensión del procedimiento con prohibición al imputado de acercarse a la víctima durante un año.
"Alrededor de las 22:05 (del 16 de febrero de 2009) llegó hasta el domicilio que compartía con el denunciado dando término a su relación. Una vez que le informaba que se iría de la casa para trasladarse a la de sus padres, éste se ofuscó razón por la cual comenzó a agredirla, lanzándola contra la pared para luego proceder a apretarle el cuello con su mano hasta hacerla caer en la cama", dice el parte policial de aquella época.
Pese a la separación, hasta agosto pasado la mujer seguía denunciando a Pinela quien constantemente la acosaba y la llamaba para decirle que la mataría a ella en presencia de su hija si no volvía con él.
Esta causa está vigente en el actual sistema del Ministerio Público y es posible que se reactive en base a los escabrosos antecedentes que han surgido tras la detención del comerciante, quien aseguró que "porque le daba gana" golpeó y fracturó huesos de la pequeña Monserrat M.M., una inocente que terminó con un ciclo de violencia que ya era bien conocido por el actual sistema penal.