El Mercurio (imagen de archivo)
SANTIAGO.- Pese a que hoy más de 11,5 millones de chilenos tienen 18 años o más, sólo ocho millones de ellos están inscritos en los registros electorales, en un padrón electoral que envejece progresivamente.
Así, en el plebiscito de 1988 que marcó el retorno a la democracia, el 36% de quienes sufragaron era menor de 29 años. En la última elección, esa proporción se redujo a menos de 9%, según consignaba el mensaje presidencial del proyecto aprobado este martes.
De una cifra de 3 millones de jóvenes, apenas 700 mil figuran como inscritos. Con la reforma actual, quienes cumplan la edad para hacerlo quedarán habilitados automáticamente para sufragar.
Tal como señaló esta tarde el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, esta evolución en la conformación etaria de la masa de votantes en Chile implica un cambio equiparable a la adopción del voto femenino en Chile en 1949.
La primera votación presidencial en la que ellas participaron, realizada en 1952, generó un terremoto político cuando fue elegido Carlos Ibáñez del Campo, quien se presentó fuera de la estructura de los partidos mayoritarios en ese entonces.
Registro con garantía de privacidad
Dentro de la modernización del sistema electoral que se convertiría en ley, el Servicio Electoral llevará un registro de potenciales votantes, en el que se inscribirán automáticamente los jóvenes que cumplan 17 años. Para ello, tendrá acceso a los datos electorales del Registro Civil.
Dicho registro también se mantendrá actualizado mediante datos proporcionados por distintos organismos que reporten fallecimientos, revocación de permisos de residencia o pérdida de ciudadanía, entre otros.
El domicilio electoral podrá ser modificado en las oficinas del Servicio mediante la respectiva solicitud.
Un aspecto clave fue el establecimiento de resguardos para que la información electoral mantenga su carácter reservado y de protección de la vida privada. En esa línea, se prohibe y sanciona su robo o uso para fines comerciales.