El humo del incendio se extiende al pie del célebre macizo, famoso en todo el mundo.
José Miguel Cárdenas, El Mercurio
SANTIAGO.- El incendio forestal desencadenado en la comuna de Torres del Paine, en la Región de Magallanes, ha destruido hasta ahora alrededor 300 hectáreas de flora nativa, según el último informe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Zonas boscosas pobladas por lengas y ñirres y áreas de arbustos han sido las más afectadas. La entidad de emergencia decretó ayer
alerta roja y reforzó la coordinación de las acciones para combatir el fuego.
No obstante, el parque nacional, uno de los principales destinos turísticos del país, continúa abierto, de acuerdo al reporte entregado esta tarde. Sólo se mantiene cerrado un tramo del sendero situado entre los lagos Grey y Pehoé. El resto del parque se mantiene sin problemas.
Según la Onemi, se dispusieron facilidades para la evacuación voluntaria de los turistas que se encuentran en la citada área. Hasta esta tarde, 20 visitantes habían sido trasladados desde el refugio de Lago Grey.
Origen probable en fogataEn cuanto a las causas del siniestro, se mantiene la hipótesis de un origen humano debido a que se determinó que el fuego comenzó en el costado de un camino.
"Los antecedentes que hemos consensuado con Conaf señalan que el incendio se inició muy cerca de un sendero por el que circulan cotidianamente entre 100 y 120 personas. Por eso, se prevé que el origen directo es por acción humana, por una fogata mal apagada o una acción irresponsable de un visitante", explicó Miguel Ortiz, jefe del Centro de Alerta Temprana de la Onemi.
El mismo origen tuvo la peor catástrofe que ha afectado al parque Torres del Paine, ocurrida en 2005, cuando un turista checo manipuló imprudentemente una cocinilla a gas. El incendio consumió entonces 5.500 hectáreas.
Refuerzos desde Argentina
Entre los refuerzos que se sumarán a partir de esta tarde a los trabajos para extinguir el fuego se cuentan elementos trasladados desde Argentina. Una brigada proveniente de Santa Cruz debería llegar esta tarde hasta el sitio del sinestro.
Los especialistas trasandinos se unirán a las brigadas de Conaf y los efectivos del regimiento blindado "Lanceros" que combaten la emergencia. Unas 80 personas participan en las labores de control del fuego.
Mientras tanto, se mantienen las condiciones de fuerte viento en la provincia de Última Esperanza, que dificultan gravemente la extinción de las llamas.