EL CAIRO.- Periodistas, activistas sociales y políticos siguen siendo víctimas de asesinatos, amenazas y otras violaciones de derechos humanos pese a la normalización política tras el golpe de Estado de 2009, aseguró este domingo el informe anual de Human Rights Watch (HRW).
"La normalización política no ha impedido que continúen las violaciones a los derechos humanos", destacó HRW, y añadió que la "participación de miembros de la policía" en algunos de los "abusos" causa "particular preocupación".
En junio de 2009, un golpe cívico-militar depuso al presidente Manuel Zelaya e instauró un régimen de facto encabezado por Roberto Micheletti, que se prolongó hasta enero de 2010, cuando asumió la presidencia Porfirio Lobo tras la realización de elecciones.
La impunidad persiste pese a que en julio de 2011 una Comisión de la Verdad documentó 11 muertes en represión de marchas opositoras, y otras ocho por crímenes selectivos achacados al régimen, afirma el documento.
Desde el inicio del gobierno de Lobo, desconocidos asesinaron a 12 periodistas -tres en 2011-, algunos de los cuales se opusieron al golpe, denunciaron corrupción o violaciones a derechos humanos, y muchos están bajo amenazas de muerte, afirma HRW.
El informe reseña además el asesinato de más de 30 personas en el Bajo del Aguán, en el norteño departamento de Colón, en agosto de 2011, cuando campesinos ocuparon tierras cultivadas por grandes empresas agrícolas establecidas en la zona.
"Muchas víctimas fueron miembros de las asociaciones campesinas, atacados por guardias de seguridad de esas empresas", y luego cuatro guardias de seguridad fueron asesinados por individuos armados con rifles de asalto, señaló.
La investigación de los crímenes no ha sido posible por la "sistemática obstrucción" de la Policía y las Fuerzas Armadas, por alteración de la escena del crimen, manipulación de documentos, negligencia y liberación de sospechosos, afirma HRW.