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Santiago: Miércoles 04 de diciembre del 2024 | Actualizado 00:35
SANTIAGO.- Cada vez se van conociendo más antecedentes sobre una escabrosa historia que quedó al descubierto luego que la chofer Sandra Lavandero del recorrido 418 del Transantiago denunciara que uno de los pasajeros del bus que conducía estaba realizando tocaciones de índole sexual a una menor de 5 años de edad que resultó ser su hija adoptiva.
En conversación con Radio Cooperativa la mujer detalló cómo fue que encaró a Gabriel Giambastiani Núñez, de 47 años, una vez que logró contactar a Carabineros para que se lo llevaran detenido.
"Cerré todas las puertas del bus, me crucé delante de él y le dije: hasta aquí nomás te llevo, desgraciado. En ese momento toda la gente quería pegarle y yo también de la rabia que tenía", dijo la conductora quien agreó que durante 20 minutos manejó la máquina llorando al presenciar lo que estaba ocurriendo con la menor y que nadie hacía nada.
"La gente me pasaba los celulares para que yo llamara a Carabineros", sostuvo. Una vez que se topó con la radiopatrulla y dejó al descubierto al imputado, los demás pasajeros comenzaron a agredirlo dándole una serie de golpes en el rostro.
Giambastiani estaba a cargo de la menor desde hace algunas semanas y vivía solo con ella en un domicilio de Peñalolén. Un sujeto que se identificó como amigo del imputado dijo que él sabía hace poco que se había hecho cargo de la niña y le había advertido que se comportara pues él conocía sus problemas anteriores con la justicia.
"No es su hija biológica, sino que la reconoció. Ante esto yo le dije que se portara bien, porque yo conozco su inclinación hacia los menores", dijo en alusión a una condena que él imputado no ha cumplido por abuso sexual, delito por el cual se encontraba prófugo de la justicia.
En tanto, vecinos de Giambastiani que fueron entrevistados por radio Bío Bío reconocieron que algo sospechaban pues el sujeto era demasiado cariñoso con la menor y dijeron que en más de una oportunidad escucharon gritar a la menor, pero que pensaron que se podía tratar de algo distinto a un abuso.
