El incendio de Quillón devastó más de 27 mil hectáreas.
EFE
SANTIAGO.- Intencional, sin posibilidades de un origen natural o accidental. Tal fue la conclusión a la que llegó la indagatoria desarrollada por el equipo de fiscales que pesquisa el devastador incendio de Quillón, en la provincia del Ñuble, que cobró la vida de dos personas.
"Los resultados nos indican que existió el propósito de generar el incendio", señaló el fiscal Álvaro Serrano, miembro del equipo a cargo de la compleja investigación, cuyos antecedentes llenan cinco tomos.
Ubicación estratégica
De acuerdo a los peritajes, el fuego comenzó el viernes 30 de diciembre pasado en el fundo Panicalco, a partir de ocho focos ubicados a una distancia promedio de 600 metros uno del otro.
Todos ellos se iniciaron de manera secuencial y en muy breve tiempo.
“Gracias al trabajo realizado en el sitio del suceso, en algunos puntos se obtuvo evidencia de la utilización de sustancias acelerantes. Además, la dinámica del origen del fuego nos indica que los puntos de inicio fueron estratégicamente ubicados para que, con la acción del viento, su propagación fuera hacia determinada dirección”, añadió Serrano, fiscal jefe de Yumbel.
El equipo de fiscales centró ahora sus labores en lograr la identificación del o los responsables del siniestro, que destruyó 27 mil hectáreas.
El siniestro fue uno de los más graves de la "tempestad de fuego" desencadenada sobre el centro y sur del país entre diciembre de 2011 y enero pasado. En la mayoría de los casos se sospecha la participación de terceros en el origen de las conflagraciones.