Marcela González Figueroa, la menor que está siendo trasplantada.
El Mercurio.SANTIAGO.- El equipo médico que realiza la compleja intervención de trasplante de hígado a Marcela González Figueroa, de 16 años, debió practicarle una cesárea para continuar la operación y salvar la vida del bebé.
La recién nacida Dominique pesó 730 gramos, midió 33 cms. y se encuentra en la UCI de Neonatología del Hospital Clínico de la Universidad Católica.
"La cirugía ha sido muy difícil, más difícil que otros casos. Ha estado en momentos de mucha dificultad durante el transplante. Eso llevó a que su presión (arterial) en momentos descendiera mucho", explicó Alejandro Soza, hepatólogo de la UC.
"Tuvo que tomarse la decisión de realizar una cesárea (...), porque las condiciones afuera probablemente eran mejores que dentro del útero", añadió.
En 2004 hubo otra operación a una embarazada con insuficiencia hepática en el mismo centro médico: “En ese caso fue exitoso tanto para la madre como para la hija. Sin embargo hay sólo diez casos (en el mundo) exitosos tanto para la madre como para el hijo, así que esto es extremadamente excepcional, de éxito incierto”, aseguró el facultativo.
Durante horas de esta mañana Marcela González Figueroa, la niña de 16 años que está embarazada de seis meses y durante los últimos días presentó un grave cuadro de hepatitis, recibió un trasplante de hígado para el que permanecía ubicada como prioridad nacional. La joven madre fue intervenida en el Hospital Clínico de la Universidad Católica.