SANTIAGO.- Una clara señal de respaldo a la movilización de Aysén envió esta mañana la Conferencia Episcopal, que entregó una declaración pública para apoyar a sus habitantes y manifestar su preocupación por los hechos de violencia registrados en la zona.
"No podemos permanecer indiferentes ante el clamor de comunidades que se sienten postergadas, desoídas e incluso ignoradas", afirmó el vocero de la entidad, Jaime Coiro, en representación de monseñor Ricardo Ezzati.
Junto con enfatizar que el presidente de la Conferencia Episcopal considera "altamente valorable el esfuerzo por promover una conciencia compartida de las demandas de las regiones extremas", el portavoz señaló que la Iglesia "conoce bien" esas peticiones en razón de su labor pastoral en la zona.
Agregó que dichos planteamientos "no son ajenos a la Iglesia local, y tampoco a la Iglesia del país".
Aunque la Iglesia destacó el esfuerzo de las organizaciones sociales y de las autoridades del Gobierno para establecer una mesa de diálogo, reconoció las "complejas dificultades para lograrlo" y también su preocupación porque "la violencia en el accionar y en el discurso termine torpedeando los acuerdos, contra la voluntad mayoritaria de buscar soluciones reales en un clima de paz y respeto".
Por ello, la Conferencia Episcopal hizo un llamado a todos los involucrados en el conflicto a "desplegar sus mayores esfuerzos para evitar la violencia", apuntando que "cuando se anteponen al diálogo la presión ilegítima, las amenazas e intransigencias, la comunidad en su conjunto es la principal perdedora".