SANTIAGO.- La Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazó el recurso de nulidad interpuesto por el ex funcionario de Carabineros que, junto a un procurador, fueron llevados a juicio por la fiscalía y condenados a 12 años cada uno por la muerte, desmembramiento, incineración e inhumación de Ramón Saa Salinas (25), en la localidad de Peñablanca, comuna de Villa Alemana, el 20 de diciembre del año 2010.
El caso fue investigado por el fiscal Alejandro Ivelic, quien mediante una serie de diligencias encargadas a Brigada de Homicidios de la PDI de Valparaíso pudo establecer que Ángel Cerda Núñez (funcionario de carabineros dado de baja en 2002) y Pablo Valencia Montero participaron en el homicidio de la pareja de este último, quien había desaparecido.
Diligencias de investigación permitieron a la Fiscalía y a la policía establecer que la víctima había sido asesinada y que su cuerpo había sido mutilado, quemado y enterrado en el patio de la vivienda del ex carabinero, en el sector de Peñablanca, lugar donde fue finalmente encontrado el 6 de abril del año 2011.
La causa se inició a raíz e una denuncia por presunta desgracia interpuesta por la madre del desaparecido, Elizabeth Salinas, quien testificó en el juicio y no ocultó su emoción por el resultado. "Gracias a la fiscalía por este resultado que nos entrega justicia. Desde que se inició el caso, sabíamos que lograríamos la condena por el homicidio de mi hijo", señaló en su minuto.
Los imputados, según la investigación, realizaron un pacto de silencio que no fue suficiente para evitar para que el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar los considerara, por unanimidad, culpables del delito que se dio por acreditado a pesar de que uno de ellos negó hasta último minuto los hechos.
Pablo Valencia y la víctima se habían conocido en una discoteca alternativa de Valparaíso, continuando una tormentosa relación de convivencia en Puente Alto, de violencia, hostigamiento y amenazas, que en definitiva terminó con el homicidio en Villa Alemana. El 19 de diciembre de 2010 se reunieron en el domicilio de Cerda, donde fue ultimado y su cuerpo enterrado para ocultar el crimen.