"En la duda siempre es mejor optar por la vida", afirmó el Presidente Piñera, quien subrayó que es "contrario a la legalización del aborto".
Álex Moreno, El MercurioSANTIAGO.- En medio del intenso debate parlamentario sobre el aborto terapéutico, al que también han ingresado ministros de Estado, el Presidente Sebastián Piñera fijó su postura al respecto, afirmando que es partidario de "proteger la vida desde su concepción hasta la muerte natural", aunque reconoció que éste "es un debate legítimo y necesario" en una sociedad "plural" como la chilena.
En una columna publicada hoy por El Mercurio, el Mandatario reafirmó su posición sobre el tema, subrayando que "como todo el país sabe, soy contrario a la legalización del aborto".
Entre las razones que esgrime, hay argumentos de distinta naturaleza. En el plano jurídico, afirma que "nuestra Constitución asegura a todas las personas el derecho a la vida" y que tanto la Corte Suprema como el Tribunal Constitucional "han fallado invariablemente que el niño por nacer es también una persona cuya vida debe ser protegida".
También invoca una razón de tipo "práctica", que es que "en la duda siempre es mejor optar por la vida", esto poniéndose en el caso de que no se tuviera certeza del tratamiento jurídico que debe darse a una vida humana en gestación.
Finalmente, esgrime un motivo religioso, pues afirma que "como cristiano, creo en la vida como un don de Dios. Sólo él tiene el poder para dar la vida y el derecho de quitarla".
Sostiene que por ese motivo "soy partidario de proteger la vida y dignidad humana desde su concepción hasta la muerte natural. Y, por lo mismo, soy también contrario a la eutanasia y la pena de muerte".
Razones médicas y casos de violación
En su reflexión, el Presidente también aborda los casos puntuales de interrupción del embarazo por razones médicas y el aborto en situaciones de violación.
Sobre el primer caso, que califica como "excepcional", sostiene que en la práctica "tanto nuestro ordenamiento jurídico como los protocolos médicos autorizan a intervenir para salvar a la madre si ella así lo decide".
Añade que, dadas las circunstancias, dicha práctica no se podría catalogar como "aborto". "Si la madre opta por realizarse el tratamiento que le salvará su vida, pero no la de su hijo, no estaríamos frente a un caso de aborto. De la misma manera que si decide optar por la vida de su hijo y arriesgar o sacrificar la suya propia, decisión que debe respetarse, no estaría cometiendo suicidio", subraya.
Respecto del aborto en los casos de violación, sostiene que los argumentos en favor de esta práctica "son incorrectos" ya que "supondrían atribuirnos el derecho a clasificar a seres humanos en superiores –aquéllos que merecen vivir– e inferiores –aquéllos que no merecen vivir–, y, además, condenar a la muerte a seres absolutamente indefensos e inocentes de las circunstancias de su concepción".