SANTIAGO.- En libertad y con prohibición de acercarse al restaurant "Vaquita sabrosa" quedó este viernes la jueza (s) de policía local, Inés Santana Alvarado, quien anoche causó desórdenes al interior del recinto de calle Antonia López de Bello, en Recoleta.
La mujer fue formalizada por los delitos de desórdenes, cohecho y amenazas contra Carabineros, por parte de la fiscal María Avilés.
En la audiencia, la persecutora detalló que los trabajadores del local llamaron a la policía uniformada después que la magistrada profiriera "insultos a viva voz al personal".
Agregó que la jueza tiró una alcuza, cayó al suelo, se golpeó la cabeza, se levantó, se sentó en una silla y siguió gritando garabatos a trabajadores y los carabineros que llegaron al lugar.
"Los voy a cagar, porque soy la jueza de la municipalidad de Recoleta y ustedes no son nadie", gritó la mujer según relató la fiscal Avilés, quien agregó que también amenazó con golpear a una cabo.
La persecutora detalló además que la mujer ofreció dinero a los efectivos mientras era trasladada al cuartel policial. Incluso, no quiso que le realizaran la constatación de lesiones en el consultorio, donde siguió con los insultos.
Ante los antecedentes, la fiscal recomendó que la jueza Inés Santana firmara una vez al mes en la Fiscalía Centro Norte y no pueda acercarse al citado restaurant.
En tanto, el defensor penal público, Fabián Lobos, se opuso a la rúbrica cada 30 días, argumentando que el estado en que estaba su representada le restaba verosimilitud a las amenazas.
Lo anterior fue aceptado por el juez de garantía Rodrigo Palma, quien consideró que la firma mensual era innecesaria, ya que la imputada no registraba condenas previas y posee un domicilio conocido. Se dio un plazo de 70 días para culminar la investigación.