Monseñor Goic pidió que Chile sea una sociedad más justa.
Archivo, El Mercurio
SANTIAGO.- El pasado 1 de mayo, el presidente de la Central unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, hizo un llamado a las autoridades de Gobierno para aumentar el sueldo mínimo de 182 a 250 mil pesos.
Esto trajo la rápida respuesta de la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, quien señaló que elevar la cifra provocaría elevar el desempleo en un 10 u 11 por ciento. Es por esto que desde la Iglesia también se quisieron hacer parte del debate.
Monseñor Alejandro Goic, quien ya en el 2007 pidió que el sueldo mínimo aumentara a 250 mil pesos, reiteró su llamado y explicó que "t enemos que tratar de superar la injusta distribución de los ingresos".
El obispo de Rancagua agregó, en conversación con CNN Chile, que "p rocuremos hacer de Chile no solo un país desarrollado, sino una economía que esté al servicio del hombre, de la mujer, de los más pobres. Porque un sistema como el que tenemos, que no satisface las necesidades fundamentales de los más pobres de Chile, es un sistema que no es justo".
Goic hizo un llamado para que "el próximo salario mínimo no se haga en las paredes de un Parlamento ni en la oficina de un Gobierno, sino que los parlamentarios, el Gobierno y también los empresarios, a los sectores sociales, tengan la capacidad de escuchar a los sectores más pobres de las regiones y que vayan a los sectores más vulnerables y conversen con ellos".
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal explicó que "l os obispos hemos hablado de la escandalosa desigualdad existente en Chile. Me alegra que el debate vuelva a surgir porque ahora hay una mayor conciencia en el país, tanto de los sectores más humildes, más vulnerables, de su propia dignidad".
Y finalizó recalcando que "c ada ser humano para mí es un hermano, y si ese hermano lo está pasando mal, yo no puedo estar tranquilo, busquemos, seamos creativos para ser un país que se supere. Trabajemos para los que más pobres lo pasen mejor".