SANTIAGO.- El senador de la UDI, Hernán Larraín, realizó este viernes un duro análisis de los resultados del Gobierno en la última encuesta CEP de Abril, y pidió al Ejecutivo que deje de actuar mirando las encuestas, ya que de ese modo no se ha gobernado con decisión y quedarán "presos de la angustia y la ansiedad", aseguró.
El parlamentario atribuyó los malos resultados obtenidos por la administración del Presidente Piñera a "un problema de fondo", el cual se debe a un prejuicio a la gestión del Mandatario por parte de la ciudadanía, la cual percibe que todas las acciones del Gobierno están motivadas por los sondeos, señaló.
Según Larraín, "se ha instalado casi un prejuicio que hace que el Gobierno sea mal evaluado, por lo que el Gobierno debería en algún minuto decir: 'No voy a seguir mirando las encuestas', no en el sentido de no oír a la gente, sino de que, como haga lo que haga le va mal, prescinda de ese instrumento y se dedique a hacer un muy buen gobierno, con mucha humildad, mucha sencillez, porque de lo contrario va a vivir preso de la angustia, de la ansiedad de lo que pasa con las encuestas sin ningún resultado", afirmó a Radio Cooperativa.
"Cuando la gente advierta que aquí no hay ningún cálculo, ningún interés, doble intención en lo que se hace, puede cambiar el juicio ciudadano", agregó.
Para superar estos resultados, el ex timonel gremialista señaló que el Ejecutivo "lo que tiene que hacer es seguir impulsando su programa de Gobierno" con decisión y no en función de las encuestas.
"El Gobierno ha cambiado su manera de actuar a partir de los resultados: de repente el Presidente está muy presente en las cosas y de repente no lo está, de repente los ministros llevan el pandero -algunos ministros- y luego no; entonces se han probado distintas estrategias y todos los caminos que se han seguido no han modificado sustancialmente el resultado ciudadano", indicó.
Para Larraín eso ha provocado errores como en el caso del movimiento estudiantil, donde "en un minuto aparecía más preocupado del orden público que del tema que planteaban los estudiantes: el debate era si podían o no desfilar por la Alameda y no cómo mejorábamos la calidad de la educación, y eso obviamente hacía que la opinión pública tuviera un juicio", analizó.