Rafael Maureira, alias Zakarach, fue un pedófilo que buscó un trabajo para estar cerca de sus víctimas: era tío de un furgón escolar.
El Mercurio (Archivo).SANTIAGO.- Cada vez que en Chile ocurren ataques sexuales donde la víctima es un menor de edad, generan impacto y rabia en la población. Los casos más recientes y de mayor impacto mediático se registraron esta semana, el primero en el jardín infantil "Hijitus de la aurora" de Vitacura, donde varios pequeños revelaron haber sido abusados por uno de los profesores y el segundo en un condominio de Las Condes, cuyo conserje abusó de tres niñas del recinto.
A partir de estas situaciones, Emol consultó a especialistas sobre el perfil de los pedófilos, la posibilidad de que los padres identifiquen a un posible abusador y cuáles son las conductas que se deben advertir en los hijos para evitar una situación traumática en la infancia.
¿Existen patrones de conducta en un pedófilo? La respuesta del sicólogo de la Policía de Investigaciones (PDI) Gonzalo Torrealba -quien ha realizado estos exámenes para juicios en contra de esta clase de imputados- es que sí existen rasgos que se repiten en la personalidad de estas personas. "Uno puede advertir que son personas que tienden principalmente a la introversión. Son personas retraídas que tienen menos capacidad para establecer vínculos con sus pares y las relaciones que establecen son netamente con personas que tienen más inferioridad hacia ellos", indicó el profesional.
Según Torrealba a un pedófilo le cuesta interactuar con un adulto, por lo que se vincula a personas más vulnerables como son los menores de edad. El perito puntualizó que "el pedófilo es esa persona que se enamora de los menores, que tiene un amor a los niños que va más allá".
Desde una perspectiva -sostuvo- se trata de un adulto que tiene "fantasías excitables recurrentes relacionadas con niños. La única forma de poder satisfacer su sexualidad es a través de un niño, no de otra persona".
Atentos a los juegos
A parte de esta personalidad "reprimida" con adultos, otro patrón de conducta que los acompaña es el tipo de relación que tienen con los niños y una postura de permanente conquista hacia ellos."Son muy seductores y tienden a actuar de manera más infantilizada. No es que se crean niños, sino que actúan como ellos, sus mismos juegos, para que el menor los perciba como un par. Muchos pedófilos tienen una voz más aguda, muy infantil", señaló Torrealba.
El funcionario de la PDI advirtió que se debe poner especial atención con aquellos adultos que buscan "juegos de roce" con el menor de edad, debido a que muchas veces es una estrategia."Por ejemplo la lucha libre. Esto implica un contacto físico y a través de este tipo de juegos los niños se van 'acostumbrados a este tipo de contactos' y los padres también lo van a percibir como un juego y no como un hecho ilícito", explicó.
Carlos González, psicólogo infantil de la Clínica Psiquiátrica del Hospital Clínico Universidad de Chile, señaló, en tanto, que "las investigaciones de los abusadores que han sido condenados han concluido que tienen un problema con su sexualidad, cuya manifestación suele comenzar a edad temprana (con fantasías y deseos hacia menores de edad), y que suele ser para toda la vida".
En general, explicó el profesional, son personas que buscan ganarse la confianza de los niños y eligen -justamente- oficios que les permitan estar cerca de ellos. "Buscan combinar: estar a veces a solas y a veces en grupo, porque es una adicción la que tienen (...) el pedófilo insiste y utiliza cualquier excusa para quedarse más rato con los pequeños", dijo e instó a los padres y a los directores de jardines infantiles o de colegios a ser perspicaces.
Ambos profesionales coincidieron en que se debe estar atento a los cambios de conducta de los menores (ver recuadro) y en que los padres deben estar muy informados sobre los espacios en los que se desenvuelve el menor, además de conocer a las personas con las cuales se relaciona.
- Cuando un menor empieza de manera inesperada a presentar rechazo frente a un adulto con el cual ha tenido contacto.
- Niños que comienzan a hacerse pipí o a defecar de la nada.
- Cuando los hijos empiezan a tener pesadillas nocturnas, las cuales surgen porque el menor establece un contacto inconciente con la situación traumática.