SANTIAGO.- Un estudio de la Fundación Calle Dieciocho realizado a 200 empresas y edificios patrimoniales de la comuna de Santiago reveló que durante el primer semestre de 2012 se gastaron $94.941.250 en reparar el daño provocado el rayado masivo y graffitis no autorizado.
El sondeo, a cargo del ente dedicado a la protección del patrimonio histórico capitalino, fue analizado por el decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Iberoamericana, Sergio Becerra.
Su presidente, Zacarías Alarcón, llamó a la autoridad a dictar una normativa que impida que se siga dañando el patrimonio del casco central de Santiago.
"Al deterioro que se provoca en la ciudad, se suma a que los vecinos estamos cansados de tener que estar solventando los gastos de pintar una y otra vez las fachadas de nuestras casas, locales comerciales y edificios", aseguró.
El decano Sergio Becerra explicó que para frenar este problema de los rayados en los edificios patrimoniales se debe fortalecer la institucionalidad y la normativa.
"A través del Estado, los municipios, es necesario que se pueda fortalecer la normativa sancionatoria. Recordemos que esta normativa si existe en países como España, donde hay ciudades con tolerancia cero a los grafitis y rayados, o como en Perú, donde se sancionó a grafiteros por rayar un edificio patrimonial", explicó.
Para ello, planteó, se debe desarrollar una cultura de protección de los edificios patrimoniales.
"A nadie se le ocurriría rayar el recién inaugurado Costanera Center. Hay que proteger nuestro patrimonio arquitectónico. Hay que establecer espacios para que los jóvenes graffiteros puedan desarrollar su arte (...) pero en lugares que no dañen el patrimonio de la ciudad y afecten a los vecinos de la comuna", señaló.