SANTIAGO.- El ministro de Educación, Harald Beyer, al tiempo que consideró "meritoria" la decisión del Consejo de Rectores (CRUCH) de incluir el ránking de notas de los alumnos como variable de ingreso a las universidades, apuntó que el mecanismo planteado "presenta debilidades".
El secretario de Estado consideró que la metodología propuesta para calcular el puntaje de dicho ránking debería ser mejorado antes de su puesta en práctica para subsanar dichos inconvenientes.
Al mismo tiempo, no consideró adecuado "cambiar las reglas del juego" a los estudiantes cuando faltan meses para la postulación a la educación superior.
"La idea del ránking tiene méritos y es adecuada en el sentido de buscar mayor equidad en el acceso. No obstante, en ningún país ha sucedido que se cambian las reglas del juego en el mismo año en que los estudiantes postulan a una institución de educación superior. Se requiere avisar a los jóvenes con al menos uno o dos años de anticipación", sostuvo.
El ministro de Educación señaló que la fórmula adoptada por el CRUCH contiene "importantes imperfecciones".
Entre los reparos, estimó que el mecanismo "no es un ranking, sino una bonificación a las notas del estudiante".
"Por ejemplo, dos alumnos de diferentes colegios que hayan alcanzado la misma posición relativa respecto a sus compañeros y que tengan incluso las mismas calificaciones, pueden obtener un puntaje de ránking muy diferente dependiendo cómo es la distribución de las notas en su establecimiento de egreso. Esta diferencia puede llegar incluso a 150 puntos", aseveró.
Agregó que la propuesta del CRUCh asigna un puntaje en base a la relación que existe entre la nota obtenida por el estudiante y las que tuvieron las tres generaciones anteriores, pero no incluye la posición del estudiante respecto a sus propios compañeros.
"Como el 'bono' que recibe el estudiante depende de las notas de las generaciones anteriores, la distribución de notas de estas generaciones afecta de manera importante el puntaje de ranking que finalmente obtiene cada estudiante", explicó.
De esta manera, agregó, habrá "ganadores" y "perdedores" con la inclusión del ránking, ya que en el sistema de admisión chileno "los estudiantes compiten por un cupo en base a su puntaje. Por lo tanto, es importante reflexionar y generar la evidencia necesaria para tener claro a quiénes se beneficiará o perjudicará con este ránking, para así buscar la fórmula más justa y pertinente", advirtió.
El mecanismo también podría influir en que los alumnos adopten estrategias como el cambio, en el último año, a otro colegio con promedios más bajos. Los establecimientos también pueden optar por subir los promedios de sus alumnos y reducir las diferencias entre ellos, con lo que tendrán, en promedio, puntajes de ránking más altos, añadió el secretario de Estado, en un comunicado emitido por esa cartera.