SANTIAGO.-Un aumento de 15,71% tuvieron los casos de homicidio juvenil en el país, según reveló un estudio elaborado por la Universidad Pedro de Valdivia y la ONG Activa.
Dentro de las figuras delictivas asociadas a estas muertes, las que mayor incremento en la participación de menores registraron fueron el homicidio simple con un 19% y el robo con homicidio que registró un alza de un 40% entre el primer semestre del año 2011 e igual periodo del año 2012, lo que marcaría una tendencia al alza para el presente año, en opinión de los expertos.
Se advierte que sólo el año 2011 se registraron 401 casos de jóvenes ingresados al sistema de menores por el delito de homicidio, situación que superó los 361 casos que se habían registrado en igual periodo del año 2010.
Durante el primer semestre del año 2012 la situación no fue mejor, registrándose 420 casos en dicho periodo.
El rector de la Universidad Pedro de Valdivia, Gonzalo Arenas, señaló que "el aumento responde entre otros factores, a la carencia de programas integrales focalizados en menores, especialmente respecto de aquellos que tempranamente se vinculan a la actividad delictual; los que finalmente no encuentran una salida a la violencia en la que se encuentran inmersos, lo que retroalimenta negativamente el sistema".
De acuerdo al documento, seis de cada diez homicidios en que se involucran los jóvenes, son cometidos con arma blanca, ocupando el segundo lugar el uso de arma de fuego.
Al respecto la directora de ONG Activa, Gloria Requena, sostuvo que "el hecho que los menores cada vez con más frecuencia porten armas escondidas entre sus ropas es una expresión más del asentamiento de una cultura de la violencia, que es reforzada sistemáticamente a través de la marcación territorial que hacen las pandillas y bandas delictuales en los barrios, sin que la autoridad tome medidas concretas al respecto".
Asimismo el estudio identificó, el surgimiento de una serie de manifestaciones en el espacio público propias de grupos delictivos, tales como colgar zapatillas en los postes, el construir animitas y murales conmemorativos de acciones violentas, entre otras manifestaciones.
Arenas señaló que "es vital terminar con la marcación en los barrios porque refuerza las conductas violentas". En este sentido señaló que "es clave entregar a los jóvenes herramientas que les permitan resolver sus conflictos y expresarse sin hacer uso de la violencia, lo que debe ser reforzado en el ámbito escolar pero también desde el espacio público, el cual debe invitar a la paz y no a la violencia".
Según el estudio los agresores son cada vez más jóvenes, concentrándose el mayor número de victimarios entre los 18 y los 26 años en el caso de los hombres y entre los 23 y 33 años en el caso de las mujeres. Respecto al sexo de las víctimas por homicidio en un 89,1% resultaron ser hombres.