Uno de los tigres blancos del zoológico de Singapur que participaron en el mortal ataque a un cuidador registrado en 2008.
AFPSANTIAGO.- El ataque que el tigre blanco "Pampa" protagonizó este domingo en el Zoológico Metropolitano de Santiago, que dejó gravemente herido al trabajador José Silva, recuerda otros casos similares registrados en instituciones situadas en distintos lugares del mundo.
Muchos de estos incidentes dejaron como saldo personas heridas o muertas y animales sacrificados.
Zoo de Copenhague (Dinamarca), julio de 2012: El cadáver de un hombre de 21 años fue encontrado dentro del recinto de los tigres por funcionarios del zoológico. El individuo, de nacionalidad extranjera, se había introducido sin ser visto en el parque y de alguna manera llegó hasta el lugar donde estaban los felinos, que le dieron muerte.
Zoo de Calgary (Canadá), octubre de 2009: Dos hombres ebrios treparon la reja de protección del perímetro de los tigres, con la idea de sorprender a un amigo que trabajaba en el parque. Uno de los felinos mordió y causó graves lesiones a uno de los incursores.
Zoo de Singapur, noviembre de 2008: Un trabajador que entró de manera imprudente para realizar la limpieza fue atacado por dos tigres blancos, en medio del horror de decenas de espectadores que se encontraban en el parque. Nordin Montong, de 32 años, sólo atinó a proteger su cabeza con el balde que llevaba: murió más tarde debido a las heridas que sufrió.
Zoo de Guwahati (India), diciembre de 2007: Un hombre de 50 años se desangró hasta perder la vida cuando dos tigres le arrancaron el brazo, que la víctima había introducido dentro de la jaula para obtener una mejor toma con su cámara fotográfica.
Zoo de San Francisco (EE.UU.), diciembre de 2006: Una tigresa de Bengala llamada "Tatiana" mordió en el brazo al cuidador Lori Komejan durante un espectáculo de alimentación. El mismo felino fue muerto a tiros por la policía un año después cuando el animal escapó de su recinto y atacó a tres jóvenes, uno de los cuales, Carlos Eduardo Sousa Jr., murió.
No sólo felinos: Incluso un panda
Zoo de Hannover (Alemania), julio de 2012: Cinco chimpancés huyeron de su lugar de cautividad y deambularon libremente por el zoológico, en medio del temor de los más de 2.500 visitantes que se encontraban en el recinto. Una niña resultó herida debido a una caída. Cuatro de los simios retornaron por sí mismos a su recinto, pero el mayor fue obligado a regresar luego de una inexplicable visita que hizo a la jaula de los gorilas.
Zoo de Berlín (Alemania), abril de 2009: Sólo la valentía de los cuidadores salvó a una mujer de 32 años que saltó al pozo de agua de los osos polares. Uno de los plantígrados la mordió repetidamente, causándole graves lesiones antes de que la rescataran.
Zoo de Mykolaiv (Ucrania), julio de 2008: Un visitante, aparentemente ebrio, que trataba de encontrar el mejor ángulo para fotografiar a los osos siberianos resbaló y cayó al foso de los animales. Tres de ellos lo destrozaron.
Zoo de Kaohiung (Taiwán), mayo de 2007: Un cocodrilo mordió y arrancó el brazo del veterinario Chen Po-yu, quien intentaba retirar un dardo tranquilizante clavado en el cuerpo del reptil. Un policía debió matar a balazos al animal.
Zoo de Chiapas (México), agosto de 2006: Un raro ejemplar de jaguar negro, "Sombra", escapó sin ser visto de una jaula que no fue bien cerrada por un cuidador. Tras evacuar el parque, las autoridades ubicaron al felino y trataron de sedarlo con dardos tranquilizantes, pero la mezcla de estrés y anestesia le causó la muerte. No hubo personas lesionadas.
Zoo de Beijing (China), 2006-2009: Tres incidentes fueron protagonizados por el panda Gu Gu y espectadores imprudentes. En el primero, registrado en septiembre de 2006, un individuo ebrio entró en el foso del animal con la intención de abrazarlo, pero obtuvo como respuesta varias mordidas en las piernas. En octubre del año siguiente, un adolescente de 15 años de edad se metió en el área de ejercicios del panda y también recibió mordeduras en las piernas. En enero de 2009, otro visitante saltó al foso para recuperar un juguete de su hijo; Gu Gu lo sorprendió y atrapó sus extremidades inferiores. Los guardias del recinto debieron usar herramientas para soltar las mandíbulas del ejemplar.