SANTIAGO.- El ex director del Hogar de Cristo, Benito Baranda, no pudo contener las lágrimas al describir cómo vive la gente pobre en las poblaciones periféricas, por culpa de pésimas "políticas públicas", mientras el oficialismo y la Concertación continúan con sus críticas cruzadas por las cifras de la última encuesta Casen sobre la pobreza en Chile.
El presidente de América Solidaria consideró que ambas coaliciones han actuado pésimo por la forma en que han usado la encuesta, tanto para cuestionar o defender los resultados.
"(Gobierno y oposición) estuvieron muy mal, y la Cepal también, porque debió haber salido inmediatamente a validar lo que se había hecho públicamente. Su director o secretario general, se retrasó mucho, habló tarde y al hablar tarde se generaron mayores sospechas", dijo Baranda en radio Cooperativa.
"El gobierno -agregó- debió haber dicho desde un principio que en las regiones más grandes de Chile no disminuyó la pobreza... y debió haber dicho que era una gran dificultad y que había que revisar las políticas públicas para saber cómo revertirlo", manifestó.
Respecto de la Concertación, señaló que el conglomerado opositor "tomó esto como una bandera de lucha y de descalificación, dañando la confiabilidad que puede tener una ministerio o ministros con un equipo de técnicos y a un organismo internacional, lo que es muy fuerte".
En esa línea, dijo que ningún gobierno, no importando el color político, ha querido cambiar la forma en que se mide la pobreza en Chile, modificando su discurso frente a esto cuando acceden o pierden el poder presidencial.
Baranda también recordó que jamás se ha querido cambiar la política de vivienda, que considera una "aberración", obligando a vivir a la gente pobre en los sectores más periféricos, totalmente desagregados del resto de la ciudad.
Con la voz quebrada y entre lágrimas, hizo un dramático llamado: "Yo no he vivido nunca en un block, pero tengo cercanía con personas en esos lugares. Y me produce mucho dolor, porque siento que es una ofensa a la gente, que tú le entregas una vivienda, lo sacas de un campamento, y terminan viviendo en un lugar que después tiene que vivir tras una reja, para tener a su hijo fuera de la droga, en una escuela pésima, donde las oportunidades no son igualitarias a las de mis hijos, que están en un colegio particular".
"Esa injusticia te tiene que doler, si no te duele, no puedes modificar la realidad. Entonces esto no es una ofensa contra quienes gobiernan o están en el Poder Legislativo. Les digo a ellos póngase en el lugar de la gente que hoy día sufre de malas políticas públicas y a que además tiene grandes dificultades para recibir una salario digno que les permita vivir como les corresponde".