SANTIAGO.- ¿Se imagina celebrar tres veces al año Fiestas Patrias? ¿O que a un mes de las celebraciones, fallezcan dos presidentes? Ambas cosas sucedieron alguna vez en nuestro país, la primera en el s. XIX y la segunda en el XX. Y eso no es todo. Si a estos hechos –alguna vez noticiosos- le agregamos la "transformación" que han sufrido las "chinganas", ramadas, fondas... o como la historia las recuerde, la lista de acontecimientos es larga.
Emol hizo un recorrido por nuestros 202 años de vida republicana y se sumergió en los orígenes de nuestras Fiestas Patrias, dejando en evidencia interesantes curiosidades. Revíselas aquí.
Tres fechas para celebrar a Chile
18 de septiembre: ¿el cumpleaños de Chile? ¡No! No cometa el terrible error que implica decir eso. Mejor grábese en la memoria que durante esta fecha se conmemora la primera Junta de Gobierno, en 1810, la cual se estableció para jurar lealtad al rey Fernando VII de España. Así se coartaron las intenciones imperialistas de Napoleón Bonaparte y se dio el primer paso hacia la independencia de Chile, la cual llegó recién en 1818.
Sin embargo, en los inicios del Chile republicano, el 18 de septiembre no era la única jornada en la que se celebraban las "Fiestas Patrias". Habían dos fechas más aparte de ésta, ambas en 1818: el 12 de febrero –día en que se firma finalmente la declaración de independencia- y el 5 de abril –jornada en la que se desata la Batalla de Maipú-. Durante años, en estas fechas también se realizaron celebraciones bastante significativas, las cuáles consideraban fiesta, trago, comida y bailes.
Con la llegada del sistema republicano de tipo autoritario, en la década de 1830, las autoridades comenzaron a cuestionar si realmente debían celebrarse estas fiestas tres veces por año, debido a que conllevaban consecuencias económicas importantes: además del gasto en bebida y fiestas, en febrero la celebración coincidía con la cuaresma y con jornadas importantes para la cosecha, las cuales afectaban la producción agraria del país. Por este motivo, en 1837 se decide celebrar solamente el 18 de septiembre como fecha conmemorativa. En la década de 1820 ya se habían suprimido los festejos del 5 de abril.
Otra razón que habría motivado a las autoridades de la época a mantener las Fiestas Patrias en septiembre tendría que ver con su antigüedad, por lo tanto, se conmemoraban -o "cumplían"- más años de vida republicana.
Un centenario marcado por la tragedia
Comenzaba 1910 y los arreglos para conmemorar los primeros cien años de vida republicana de Chile habían estado siendo preparados con años de anticipación. El Presidente de la época, Pedro Montt, debía dirigir los festejos oficiales y recibir a las variadas delegaciones internacionales que visitarían al país en septiembre.
Sin embargo, en agosto, Montt debió viajar a Europa porque su estado de salud se había agravado. Finalmente, el 16 de ese mes murió en Alemania.
En Chile la noticia causó conmoción e incluso se pensó cancelar los festejos. Pero ya había muchas delegaciones que venían en camino hacia el país, así que fue el vicepresidente, Elías Fernández, quien tomó el mando de la nación. Pero no duró mucho en el cargo: murió el 6 de septiembre, a días de las Fiestas Patrias.
Las autoridades chilenas continuaron adelante, y se decidió nombrar al ministro más antiguo de la administración Montt como Presidente de la República, quien debía estar encargado de encabezar los festejos patrios y llamar a elecciones presidenciales: Emiliano Figueroa.
Curiosamente, durante los pocos días en los que gobernó Elías Fernández, se habían mandado a hacer cortinas con las iniciales "E.F.", que rememoraban el nombre del fallecido Presidente y que debían adornar los fastuosos salones en los que se recibirían a las ilustres visitas internacionales. Sin embargo éstas se pudieron utilizar igual, ya que el nuevo presidente tenía las mismas iniciales en su nombre.
La evolución de los lugares para festejar
¿Dónde celebraban los chilenos? En lugares conocidos como "chinganas", palabra que se dice que tendría un origen quechua. Son las también conocidas como ramadas o fondas.
En cuanto a los bailes, la cueca era la que dictaba patrones. Esta vendría de la "zamacueca", baile peruano derivado de la zamba. El origen de este baile, como sucede con la mayoría de las tradiciones populares, tiene diversas interpretaciones. "Una de ellas es el origen andaluz, con fuertes influencias árabes. Otra está basada en el relato de Zapiola, quien sostiene que su incorporación a Chile se hizo a través del Perú. También está el registro de Vicuña Mackenna, quien atribuye su origen a una mezcla de zamba, desde la presencia africana en Perú", indica Bárbara Silva, académica del Instituto de Historia UC. A pesar de su existencia hace muchos años, recién en 1979 fue declarada como baile nacional.
A pesar de que las tradiciones típicas se mantienen en la mayoría de las fondas de nuestro país, hoy hay más diversidad: música electrónica, cumbias, reggaeton y piscola, hoy son importantes actores dentro de la celebración.
"Evidentemente la forma de celebrar cambia en la medida en que cambia la sociedad. Por ejemplo, si uno piensa en la extensión del acceso a la electricidad, de inmediato puede imaginar la diferencia que ello significó para una ramada. Lo mismo por la llegada y masificación de la música anglosajona. En el fondo, la celebración del 18 de septiembre adquirió su fisonomía en gran parte, debido a las formas de celebración popular que existían mucho antes de aquel 18 de septiembre. Es obvio que esos sectores populares, así como el conjunto de la sociedad, no permanecieron idénticos a si mismos a lo largo de los siglos, y por lo tanto, tampoco lo hicieron las fiestas y celebraciones", finaliza Silva.