Ezzati se refirió a la falta de confianza en el Te Deum Ecuménico de este 18 de septiembre.
Álex ValdésSANTIAGO.- Varios ministros de Estado acogieron este martes las declaraciones del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien acusó una "crisis de confianza y de representatividad" en el país durante el Te Deum Ecuménico en la Catedral de Santiago.
El arzobispo indicó que la raíz del malestar social que vive el país "se debe a una crisis de confianza que se ha transformado en un virus omnipresente, que contagia las relaciones de nuestra vida familiar, social, política y también eclesial", palabras que fueron valoradas por los integrantes del Gabinete.
Para el ministro de Salud, Jaime Mañalich "la predica de monseñor Ezzati fue muy impresionante porque habló básicamente que estamos en presencia de una enfermedad social. Tenemos un virus que es la desconfianza. Y en ese sentido, creo que el diagnóstico del doctor Ezzati es correcto, que la gran enfermedad que corroe nuestra sociedad y que ha tenido un carácter epidémico es la desconfianza", punto que es compartido por el secretario de Obras Públicas, Lawrence Golborne.
"Creo que hay una desconfianza entre las instituciones, en los distintos estamentos, en la política, que es esencial para la democracia. Por lo tanto nosotros, como políticos- me incluyo como ministro de Estado- tenemos que dar el ejemplo tratando de recuperar esa confianza de la ciudadanía, y eso se logra especialmente por quienes estamos integrándonos a la vida política después de tantos años, que llevamos poco tiempo en esto. Tenemos que dar muestras claras de que se puede confiar en los servidores públicos y que podemos dedicarnos a hacer el bien común, más que el bien personal. Quiero tratar de pregonar con el ejemplo y abocarme a los temas por los cuales vine al servicio público", explicó el posible candidato presidencial.
La otra posible carta presidencial de la Alianza. Andrés Allamand, también respaldó las declaraciones del obispo de Santiago. "Creo que el llamado de la iglesia fue muy significativo y muy importante. Tenemos que recuperar las confianzas. Para eso lo fundamental es que haya una actitud de diálogo permanente donde de una vez por todas las descalificaciones queden absolutamente de lado y por cierto la violencia se erradique", afirmó el ministro de Defensa.
Por su parte, el encargado de la cartera de Economía, Pablo Longueira, destacó que Ezzati haya incluido a la Iglesia en la crisis. "Él fue muy franco en aludir las desconfianzas que han generado las conductas de pedofilia en la propia iglesia, creo que cuando se hace una mirada tan global y tan amplia como él lo hizo, nos debe hacer reflexionar a todos. Creemos que es preocupante ver cómo la ciudadanía ha ido generando un distanciamiento de instituciones tan importantes para la unidad nacional. Fue un llamado muy profundo, muy amplio, muy sincero, muy auténtico, que nos debe hacer reflexionar a todos", explicó.
La referencia a la iglesia también fue destacada por el vocero de Gobierno, Andrés Chadwick. El ministro Secretario General subrayó, además, que "junto con el análisis, (Ezzati) nos marcó el camino. Y ese camino para el Gobierno es muy importante poder resaltarlo, que es un camino de no hagamos primar las diferencias, los conflictos, las discrepancias ni menos la violencia, sino que busquemos caminos de diálogo, de trabajo en común, de unidad. Él decía es mucho lo que tenemos que hacer y es mucho lo que se avanza cuando lo hacemos en conjunto. La educación, la interculturalidad, la situación de desigualdad para ir generando más oportunidades para la gente".
El análisis del sacerdote también fue valorado por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien consideró que "siempre hay que abonar las confianzas. Los países que pierden la confianza social e instituciones, son países que en general tienen menos progreso. Creo que siempre hay que abonar las confianzas y tratarnos como amigos en una sociedad como la nuestra".
Por otra parte, Evelyn Matthei dio cuenta de acciones "concertadas para destruir confianza". "Yo la viví como ministra del Trabajo. Cuando empezaban a bajar las cifras de cesantía durante un año, al menos, era una crítica tras otra de que las encuestas no eran confiables, que eran mentirosas. Había una cosa sistemática de destrucción de confianza. Realmente hoy día nadie eso lo cuestiona, pero yo lo viví de forma muy fuerte, y lo mismo nos ha pasado con la encuesta Casen. Yo siento que de verdad cuando uno se dedica a construir las confianzas, uno siembra cosas muy malas para el país en el futuro", sentenció la encargada de la cartera de Trabajo.