El vehículo que conducía el cabo segundo Jorge Retamal no tenía protección en su parabrisas.
UPISANTIAGO.- Los funcionarios de Gendarmería están convencidos de que si el furgón que conducía el cabo segundo Jorge Retamal Segura cuando disparó al aire el martes pasado, impactando en la cabeza al joven universitario Ányelo Estrada, hubiese contado con rejillas en sus ventanas la tragedia se habría evitado pues el gendarme no se habría visto obligado a extraer su arma.
Lo grave -según sostienen- es que en junio de 2010 le hicieron llegar un informe al director nacional, Luis Masferrer, que recomendaba implementar esa medida de protección en todos los vehículos de Gendarmería, haciendo ver que ya habían ocurrido episodios en que los funcionarios habían sido agredidos por familiares de imputados.
"Para todos los vehículos propuestos es necesario solicitar un habitáculo para el personal de custodia adecuado (...) equipo de radiocomunicaciones, sistema de protección para parabrisas y ventanillas que se puedan remover y colocar cuando sean necesarias", apunta el informe.
El documento fue elaborado por la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (Ansog), con la colaboración de los mecánicos y conductores de la sección de vehículos, y fue enviado por e-mail a Masferrer el 10 de junio de 2010.
El informe recomienda además renovar la flota de vehículos de Gendarmería pues advierte de su "desgaste material". "La mayoría de los vehículos con más de diez años de servicio están incurriendo en fallas mecánicas en forma reiterada, dificultando la labor diaria y necesitando en forma urgente su renovación", señala.
Para subsanar esta situación, se sugiere a la dirección adquirir nuevos modelos de vehículos, que se adapten de mejor forma a sus tareas de traslado de personal e internos.
En el caso de los buses que transportan personal se sugiere expresamente adquirir el modelo que actualmente utiliza Carabineros, el que cuenta con rejillas de protección en sus ventanas, parabrisas y baliza. "Con este tipo de vehículo se lograría reducir el riesgo de lesiones al personal notoriamente", indica el informe, haciendo notar que los actuales vehículos al no contar con protección en sus ventanas son "fácil blanco de pedradas".
Sin embargo, el presidente de Ansog, Juan Alarcón, afirma que el director nunca les respondió la misiva y que tampoco se implementaron las medidas sugeridas, entre éstas las rejillas para los parabrisas. El funcionario indica que actualmente sólo tres de los más de 200 vehículos con que cuenta la institución en todo el país cuentan poseen rejilla, uno de los cuales –destinado a trasladar internos de alto compromiso delictual– no está operativo por desperfectos mecánicos.
El funcionario es tajante en afirmar que si el furgón que conducía el cabo Retamal el día de la protesta hubiese tenido dicho elemento de seguridad, él no habría desenfundado su arma. "Categóricamente no, bajo ningún punto de vista, porque hubiera tenido la debida protección, no hubiera estado expuesto a todo lo que pasó y no hubiese sido necesario el uso del armamento. Además con rejilla no hubiese sido posible efectuar un disparo al aire", sostiene.
Añade que, por el contrario, al quedar expuesto a la turba, "le rompieron los vidrios y lo agredieron en las manos y en la cara y cayeron varias piedras adentro del furgón", afectando la seguridad del gendarme.
"Nosotros sabíamos que algo así iba a pasar algo en algún momento, porque siempre hemos estado expuestos a este tipo de cosas y era cosa de tiempo que sucediera algo así y hoy día estamos lamentando dos desgracias de dos familias inocentes por culpa de una administración que no supo tomar las medidas a tiempo", aseveró.