SANTIAGO.- El 35 por ciento de los chilenos preferiría morir durmiendo, el 33% sin dolor, y un 49% que lo entierren bajo tierra en un ataúd y un 29% que lo incineren, detalla una encuesta realizada con motivo del 1 de noviembre, Día de Todos los Santos.
En esta fecha, los chilenos en forma masiva van al cementerio a dejar flores a sus familiares fallecidos, aunque un estudio realizado por el camposanto Parque del Recuerdo reveló que a los chilenos no les gusta mucho hablar de la muerte.
"Hoy se tiene una perspectiva más terrenal de la muerte, y cada vez se asocia más esta palabra con separación, extinguiéndose conceptos como dejar de existir", explicó Juan Pablo Donetch, gerente general del cementerio.
El 24% de los consultados asocia la muerte a sentimientos negativos, lo que lo transforma en un tema muy difícil de conversar en familia. El 31% de los padres no conversa sobre la muerte con sus hijos menores.
Aunque no habla en público, sí piensa en ella en privado, y tiene claro cómo quiere ser despedido por sus familiares: un 49% preferiría que lo dejaran bajo tierra, en un ataúd o algo similar, un 28% que lo cremaran y 12% en algún mausoleo.
Donetch aclaró que "aunque un 28% de las personas dice que preferiría ser incinerado, sólo 7% lo hace, ya que la donación de órganos es una decisión familiar, muchas veces no respeta la opción del fallecido". Pero sí se acatan los gustos y preferencias de sus deudos, optando cada vez más por la personalización de la despedida.
"Los chilenos están optando por incluir globos en el funeral donde le envían mensajes al cielo a sus muertos, también canciones especificas que se alejan de las tonadas clásicas. Hace poco fuimos a un funeral donde tocaron 'Volare' (de Domenico Modugno) con Gipsy Kings", contó el gerente del Parque.