Desde una estudiante de 70 años hasta una orquesta de ciegos reciben el premio "Kevin Silva"

SANTIAGO.- La superación y el esfuerzo de 9 estudiantes de todas las edades y un grupo musical fueron reconocidas hoy por el seremi de Educación de la Región Metropolitana, Alan Wilkins, en la entrega de premios "Kevin Silva" celebrada hoy.

En la ceremonia, se repasó la historia de vida de estas personas que han sabido sortear obstáculos sociales, económicos y físicos para poder llevar adelante sus sueños y hacerlos realidad.

Es así como fueron premiados desde el propio Kevin Silva (cuyo espíritu de superación tras perder sus dos piernas al ser atropellado ha conmocionado a todos) hasta un padre de familia que, a sus 43 años, no sabía leer ni escribir y quiso aprender.

Para el seremi Alan Wilkins los homenajeados "son ejemplos de sacrificio y esfuerzo, que como ellos hay muchos otros, pero creemos que como sociedad tenemos que empezar a reconocer a estos alumnos para que sean una historia inspiradora y que sean ejemplos para otros alumnos del país".

Por su parte, Kevin Silva se mostró orgulloso de que un premio lleve su nombre. "Para mí es un orgullo ser representado como una persona a la cual se le dedica un premio y sobre todo con mi nombre", sostuvo.

Los homenajeados:

Kevin Silva: Ahora estudiante de tercero medio, en 2011 su vida cambió cuando, mientras esperaba locomoción para ir al maratón de Santiago, un conductor ebrio lo atropelló, perdiendo sus dos piernas. Pero siempre mostró optimismo y su superación, lo que le ha valido diversos reconocimientos, como portar la llama olímpica en el camino a los juegos de Londres 2012.

Margarita Díaz: Tiene una discapacidad intelectual leve a moderada y sufre de hipoacusia, pero eso no le ha impedido para ser campeona del Torneo Mundial de Natación de la Special Olympics International en la categoría estilo libre.

Rodrigo Catrian: De los cinco días hábiles, tres de ellos va al colegio, mientras que los otros dos debe ser hospitalizado para tratar su leucemia linfática. Sin embargo, pese a todo eso es el primer lugar en rendimiento académico de su curso. 

Stephanie Muñoz: Junto a su madre ha debido sortear diversos obstáculos propios de la pobreza, pero con su esfuerzo ha demostrado ser una destacada alumna en uno de los mejores liceos del país, el Carmela Carvajal.

Mauricio Herrera: Vivió toda su vida sin saber leer ni escribir, lo que varias veces le costó perder un puesto de trabajo. Pero ahora, a sus 43 años, decidió aprender y superar la vergüenza con la ayuda de su familia.

Khristian Briones: Pasó más de 10 años como interno centros de reclusión juvenil y para adultos, con tres condenas a su haber. Sin embargo, ahora en libertad, decidió cambiar, estudiar y enfocarse a realizar talleres a reclusos para que puedan dejar la delincuencia.

Carmen Vera: Tiene 70 años y cinco hijos, todos ellos profesionales, pero ella nunca estudió. Por eso, decidió tomar los libros y cuadernos, y ahora se prepara para rendir la PSU y así poder estudiar una carrera técnica.

Rodrigo Llancura: Este niño vive en Santiago, pero está consciente de sus raíces mapuches, lo que lo ha llevado a impulsarlas y querer aprender cada vez más de su cultura.

Josefina Mallol: Está postrada en una silla de ruedas y sólo puede escribir con la boca. Aún así, su esfuerzo la tiene ahora cursando primero medio. 

Orquesta Santa Lucía: Pese a las dificultades, este grupo de jóvenes ciegos, bajo el patrocinio de la Fundación Luz, han podido armar una orquesta en la que han plasmado todas sus habilidades musicales, demostrando que no se necesita de todos los sentidos para cumplir los sueños.