SANTIAGO.- Aún no está del todo claro si Isaías Valenzuela Ruz, de 20 años, producto del manejo bajo la influencia del alcohol, se quedó dormido o simplemente no podía mantener el control de su auto cuando chocó de frente, y en sentido contrario a la pista que le correspondía, a un furgón con trabajadores dejando a tres de ellos muertos.
Tampoco se explica cómo Valenzuela Ruz pudo sobrevivir ileso a esta espectacular colisión, en el Camino a Lonquén, y que quedó registrada en el celular de otra conductora.
Es que el veinteañero estuvo muy cerca de ser parte de esa estadística que señala que los accidentes de tránsito, son una de las principales causas de muerte en Chile entre los sub 30.
Ni enfermedades al corazón, accidentes cerebrovasculares , cirrosis, diabetes, neumonía, hipertensión, -los principales males que afectan a otros grupos etarios-, históricamente han causado tantas muertes entre los 15 a 29 años cómo son la combinación de alcohol, carrete y manejo imprudente, según Instituto Nacional de Estadística (INE).
Muertes que se pueden evitar
Claro que los informes que anualmente publica el INE dan cuenta de otro hecho preocupante: los adolescentes y jóvenes chilenos lideran los decesos que se enmarcan dentro de las denominadas Causas Externas de Mortalidad. De ahí que las lesiones autoinfligidas intencionalmente -léase suicidio-, han pasado a encabezar este ranking en los últimos años.
Es decir, muchas de estas muertes, que no son naturales o producto de una enfermedad, se podrían evitar con un poco más de autocuidado, o de atención de la familia y la sociedad a este grupo etario.
Por ejemplo, en el año 2010, las cifras del INE de Causas Externas de Mortalidad entre los sub 30 arrojó estas cifras: Lesiones Autoinfligidas Intencionalmente (602 fallecidos); Accidentes de Transporte (454); Agresiones (354); Otros Accidentes y sus secuelas (250); Exposición al Humo, Fuego o Llamas (104); Caídas Accidentales (30) y Envenenamiento Accidental y Exposición a Sustancias Nocivas (25).
Respecto del suicidio, el académico de la Universidad Pedro de Valdivia, el sicólogo Martin Casassus, señaló que "la Encuesta Nacional de Salud 2009 – 2010, muestra que la prevalencia de sintomatología depresiva es de un 14% en la población adolescente, por lo que el suicidio juvenil debe no sólo ser incluido como una prioridad sanitaria, sino que debe tener recursos y políticas concretas asociadas a su abordaje".
En esa línea, la universidad elaboró una guía para que los padres estén alertas a las señales de riesgo en el comportamiento adolescente, como son los cambios bruscos de conducta sin causa aparente, el abuso de alcohol y/o drogas y los comportamientos auto agresivos o agresiones a terceros".
A su vez, los padres deben evitar comportamientos nocivos como el chantaje emocional para disciplinar a los hijos ("nunca más vuelvas a hacer eso, ¿no ves lo mal que me pongo cuando lo haces?", "si vuelves a hacer eso, no te voy a querer nunca más").
En tanto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha indicado que para revertir estas cifras se están montando objetivos de atención mental en la salud primaria y un control de jóvenes para manejar preventivamente la depresión.
Y en cuanto a los accidentes de tránsito, el Ministerio de Transportes, con las nuevas leyes de tolerancia cero al alcohol, entre otras medidas, busca bajar en 20% las muertes por accidentes al 2014.