SANTIAGO.- Con la llegada de la primavera y el verano que se viene encima, no solo las alergias, el boom por los gimnasios y la ropa cada vez más suelta comienzan a verse con mayor frecuencia. En estas fechas, y ayudado en gran parte por un clima favorable, cada vez es más normal ver a cientos de personas que se trasladan en bicicleta por las calles de todo el país.
Sin embargo, el uso de este tipo de transportes acarrea sus riesgos. El pasado miércoles 21 de noviembre Maximiliano Venegoni (40) transitaba a eso de las 18 horas por las calles Macul con Los Plátanos. Reconoce que iba a exceso de velocidad (entre 35 y 40 kilómetros por hora) y que al llegar a un paso peatonal, todos los automóviles frenaron brusco.
"Un taxi se salió de la pista para no chocar y se puso en mi pista y yo lo impacté por el lado. Entré por el vidrio del parabrisas y tuve fractura nasal, un corte debajo del ojo como de 8 centímetros, en la pera otro de 4, otro corte en los hombros y un esguince cervical. Estuve hospitalizado 24 horas y para peor mi bicicleta se partió en dos", revela.
Venegoni señala que portaba casco y lentes, dos implementos que le ayudaron a no sufrir problemas mayores. Sin embrago, "os lentes que son de acrílico, fueron traspasados por el vidrio del parabrisa que se incrustaron en el. El mismo lente me rajó la mejilla, por lo que hay que buscar lentes que tengan bordes pegados a la cara, no filudos que son de mica", recomienda.
La historia de este ciclista puede ocurrirle a cualquiera de las más de 600 mil personas utilizan la bicicleta en Santiago más de dos veces por semana, muy por debajo de lo que ocurre en ciudades como Copenhague, donde más del 55% de la población la considera su principal medio de transporte.
En relación a esto, y según un estudio realizado por El Mercurio, 250 kilómetros es el total aproximado de ciclovías construidas en la capital. A fines del año 2012, y según planes de la Intendencia Metropolitana, esa cifra debería crecer a 690 km. Otro dato relevante es que el 0,19 % de todos los accidentes de tránsito que se produjeron en la capital durante 2008 fueron ocasionados por ciclistas. En cambio, el 7,3% fue provocado por los peatones. (Revise acá el mapa de las ciclovías de Santiago)
Obligaciones de los ciclistas
Pero, ¿sabrán todos ellos cuáles son sus responsabilidades a bordo de uno de estos vehículos? Y de la misma forma, ¿tendrán claro los consejos más útiles para un correcto uso de la bicicleta?
En primer lugar, les debe quedar claro que hay una Ley de Tránsito en la cual aparecen claramente especificados los artículos que son de exclusividad para los usuarios de este tipo de móviles.
Uno de los más importantes, y de los más recientes, señala que "se prohíbe asimismo a los peatones transitar por ciclovías, como también a ciclistas transitar por calles o avenidas. Pero si en la zona donde se pretendiere transitar a través de bicicletas no existieren ciclovías, se podrá circular por la acera con la debida diligencia y cuidado".
Otra de las restricciones que estipula la ley para los usuarios de las bicicletas es que no podrán transitar en grupos de más de dos en fondo, excepto en las ciclovías. Sumado a esto, y durante la noche y cuando las condiciones de visibilidad lo hagan necesario, deberán transitar unos en pos de otros, lo que harán, en todo caso en los túneles, puentes y pasos bajo o sobre nivel.
Asimismo, la normativa estipula que desde media hora después de la puesta de sol las bicicletas deberán contar con elementos reflectantes. Otro de los aspectos que más dudas genera es el uso de los cascos. Pero la ley es clara y señala que será exigible sólo en las zonas urbanas, aunque la recomendación es utilizarlo siempre.
Dentro de esto mismo, las bicicletas no podrán usarse para llevar un número de personas mayor al que fueron diseñadas, junto a esto está prohibido tomarse otros vehículos que se encuentren en movimiento en las vías públicas.
También está prohibido transportar carga que le impida mantener ambas manos sobre el manubrio y el debido control del vehículo o su necesaria estabilidad.
En lo que respecta a las normas del tránsito, está estipulado que debe señalizarse con el brazo extendido hacia el lado cuando se quiera virar. De la misma forma, y frente a un signo "Pare", se debe detener y permitir el paso a los que circulen por la otra vía. Mismo criterio para un "Ceda el paso", donde se deberá reducir la velocidad hasta la detención si fuere necesario, para permitir el paso a todo vehículo que circule por la otra vía.
Otros aspectos importantes son que no se puede conducir a una velocidad mayor de lo razonable, sobre todo en las veredas, y en las calles se debe conducir siempre en el sentido de la circulación.
Y tal como ocurre con los vehículos motorizados, existen semáforos destinados exclusivamente a los peatones o a los ciclistas y que se distinguen por tener dibujado sobre la lente la figura de un peatón o de una bicicleta, según corresponda. La señalización de estos semáforos indican que:
a) La luz verde indica que los peatones o los ciclistas pueden cruzar la calzada o intersección, según sea el caso, por el paso correspondiente, esté o no demarcado.
b) La luz roja indica que los peatones no pueden ingresar a la calzada ni cruzarla o que los ciclistas deben detenerse antes de la línea de detención.
c) La luz verde intermitente significa que el período durante el cual los peatones o los ciclistas pueden atravesar la calzada está por concluir y se va a encender la luz roja, por lo que deben abstenerse de iniciar el cruce y, a su vez, permite a los que ya estén cruzando la calzada terminar de atravesarla.