SANTIAGO.- Harald Edelstam, directora ejecutiva de la Comisión Europea de Derechos Humanos y Pueblos Ancestrales, con sede en Suecia, afirmó que el 29 de noviembre 2012 enviaron al Ministerio de Relaciones Exteriores una carta donde anunciaban la visita al país como observadoras de Derechos Humanos a las italianas Luisa Costalbano y Valentina Fabbri.
Ambas serían las mujeres cuya permanencia en el país estaba siendo evaluada por las autoridades según expresó el jueves el intendente Andrés Molina, al término de la denominada cumbre de seguridad por la violencia registrada en la zona, encabezada por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, en La Moneda.
"Hay dos ciudadanas italianas que han estado desde los primeros días de diciembre en la Provincia de Malleco", dijo ese día la autoridad regional afirmando que habían participado de manifestaciones y recalcando que "todos los extranjeros están invitados a nuestro país, pero al mismo tiempo nosotros no podemos permitir de que estos extranjeros sean líderes, agiten y hagan temas que no están autorizados".
La organización europea, que honra al diplomático sueco que apoyó en Noruega a judíos perseguidos por el Régimen Nazi y acogió a chilenos que escapaban de la dictadura de Augusto Pinochet cuando estuvo a cargo de la embajada de su país en Santiago, Harald Edelstam, acusó un "montaje" contra las italianas.
Según un comunicado de la comisión tras informar de la llegada de las ciudadanas extranjeras el Ministerio de Relaciones Exteriores "no ha tenido la delicadeza de acusar recibo de esta información, lo que en modo alguno se puede usar como excusa para desconocer que se recibió dicha información, aprovechándose de estos datos para intentar crear un montaje 'de ciertas agitadoras', lo que es completamente falso y con objetivos que son del todo repudiables".
"Las Observadoras de Derechos, como en cualquier parte del mundo, apoyados en el Derecho Internacional sobre Observadores de Derechos Humanos, podrán estar presentes en todo lugar de conflicto para documentar y realizar sus informes, y Chile no podría ser la excepción a este principio de trasparencia", puntualiza.
"De la misma forma queremos señalar que las dos ciudadanas italianas ingresaron a Chile legalmente el 4 de diciembre 2012, a través de policía internacional, no en calidad de turistas, sino como Observadoras de Derechos Humanos, presentándose el mismo día 4 ante la embajada italiana en Santiago según instrucciones recibidas, y posteriormente el 5 de diciembre asistieron a reunión planificada con la Delegación Permanente de la Unión Europea en Chile", resaltó el comunicado.
El texto agrega que "en comunicación directa con las observadoras, se nos ha informado de seguimiento de personas no identificadas así como por personal de carabineros, como también la presencia permanente de vehículos particulares y policiales de vigilancia, entre otros, datos confirmados por personas que viven en sectores donde se han hospedado ellas".