SANTIAGO.- Un serio altercado se produjo frente a la embajada de Cuba, ubicada en la esquina de avenida Los Leones con calle Vicuña Cifuentes, comuna de Providencia.
En dicho lugar, se encontraron militantes de la UDI con un grupo autodenominado "Movimiento chileno de apoyo a Cuba", que permanecía manifestándose desde las 08:00 de la mañana.
Sin embargo, a eso de las 09:00, la agrupación de gremialistas arribó a la legación y desplegaron sus lienzos.
El problema comenzó 10 minutos después cuando un militante UDI, que se identificó como Juan Mackenzie, llegó con dos pancartas que contenían fotografías del fallecido líder gremialista, desatando la molestia inmediata del otro bando.
Así comenzaron gritos como "castristas, castristas, amparan terroristas", que son respondidos por "Cuba, Cuba, Cuba, Chile te saluda".
Al lugar llegó personal de las Fuerzas Especiales para separar a los grupos, mientras que en otro piquete policial permanece resguardando la legación diplomática, que comenzará a funcionar cuando la situación se normalice.
El cierre obligó al presidente de la UDI, Patricio Melero, a lanzar a través de la reja una misiva en la que exigen que La Habana devuelva a Chile a los supuestos asesinos del senador Jaime Guzmán.
"No reciben la carta, no se abren al diálogo y la impunidad sigue. Pedimos que se haga justicia. Por los antecedentes que tenemos, ellos amparan a terroristas y pedimos que colaboren para que Interpol pueda cursar la extradición", dijo el legislador, quien llegó acompañado por Felipe Salaberrry y Ena Von Baer.
Melero además descartó que esta situación empañara la Cumbre Celac-UE y que "la única provocación es que haya criminales que asesinaron a un senador en la impunidad. Queremos que esto se conozca en la cumbre, que promueve los derechos humanos y pedimos a Raúl Castro que sea consecuente con ello".
Tras la entrega de la carta, el grupo de militantes de la UDI se devolvió hacia la sede del partido, ubicada en calle Suecia, mientras carabineros instalaba vallas papales, tanto en el frontis de la embajada como en la vereda de enfrente, con el fin de evitar nuevos desmanes.