Alejandro Peña: "Cometí un error cuando me fui al Ministerio del Interior"

SANTIAGO.- "Me ha cambiado la vida". Con esas palabras, el ex fiscal regional Alejandro Peña describe su llegada al mundo privado para ejercer como abogado penalista tras 18 años en el sector público.

"Es una reinvención", agrega a Emol satisfecho del estudio jurídico que desde hace dos meses funciona en calle Agustinas, en pleno centro de Santiago, donde junto a su socio Giorgio Marino instalaron la sociedad.

"Como abogado del ejercicio privado, he podido tener contacto directo con los problemas de las personas y ofrecerles una solución concreta. Eso es una satisfacción enorme, el cambio en lo personal ha sido positivo", agrega.

Asimismo, hace un balance de su paso por el servicio público y se detiene en su desempeño como jefe de la División de Estudios del Ministerio del Interior, cargo que debió abandonar en octubre pasado tras estallar el escándalo por las irregularidades en la licitación de equipos antidroga que serían adquiridos en el marco del Plan Frontera Norte.

"Habiendo una causa polémica y mediática, como era el Caso Bombas -en la que el ministerio era parte- no tuve la capacidad de analizar las consecuencias de mi ingreso. Creo que cometí un error cuando me fui al Ministerio del Interior", asegura, argumentando que "no fue lo más óptimo hacerlo inmediatamente después de ser fiscal, eso produjo una distorsión mediática que en definitiva, conllevó al derrumbe del caso".

Y analiza: "Todos en la vida cometemos errores, no fue prudente en su momento el haberme ido a trabajar al Gobierno, pero es un error de Alejandro Peña, no de terceros. Estaba tan metido en las causas, habíamos recién formalizado a los funcionarios de Gendarmería por el incendio de la cárcel de San Miguel, estábamos corriendo para terminar la acusación del caso Bomba, entonces, no tuve el espacio necesario de reflexión para apreciar todas las variables que significó el cambio de trabajo".

En la misma línea, Peña afirma que durante su permanencia bajo el alero del subsecretario Rodrigo Ubilla, nunca detectó irregularidades en la cartera, sin embargo, cuando se conoció el escándalo, decidió poner su cargo a disposición "para que se investigara sin ningún obstáculo cualquier arista que sea indispensable".

"Por ello puse entregué mi escritorio, mi computador, todos mis antecedentes y hasta mi teléfono celular", detalla.

"Fuimos víctimas de corrupción y de colusión entre empresas, pero no tengo los antecedentes como para poder señalar si efectivamente hay responsabilidad personales. Tengo fuertes esperanzas en que la fiscalía investigará a fondo porque el único perjudicado ha sido el país", continúa, enfatizando que el Plan Frontera Norte era uno de los proyectos "más ambicioso e indispensable" de la cartera.

"Me siento víctima, siento que fui engañado por las empresas que, en definitiva, postularon en esta licitación fallida. Afortunadamenmte no hubo perjuicio fiscal porque se logró atajar a tiempo la materialización de estas jugosas ganancias", dice.

Caso Bombas: No hubo montaje

Alejandro Peña también se refiere a denominado Caso Bombas y a la resolución de la justicia de absolver a los seis imputados de la causa, quienes además recibirán $520 millones de parte del fisco por los costos del juicio, según ratificó la Corte Suprema.

"El Estado le paga a quienes atentan contra el Estado", enfatiza al tiempo que destaca el trabajo del equipo de fiscales que llevó la causa y que encabezó durante su permanencia en la Fiscalía Metropolitana Sur antes de ser sucedido por Raúl Guzmán.

"El desempeño profesional no está en duda, aquí no hubo montaje, fue una causa que perdimos, no tuvimos la capacidad de convencer a los jueces en un juicio oral de la participación punible de los acusados y eso arrojó una sentencia absolutoria, pero no hay que dramatizar por eso", recalca, concluyendo que en ningún caso, el fallo a favor de los imputados se haya traducido como un fracaso del Ministerio Público.