SANTIAGO.- Seis años han pasado y aún se recuerda como si fuera hoy. El 10 de febrero de 2007 se dio dio inicio oficialmente al sistema de trasporte público capitalino, conocido como Transantiago.
Ese día, todos los noticieros de televisión e incluso los programas de farándula se subieron a un bus y/o acompañaron en un paradero a los miles de usuarios que reclamaban la falta de un servicio eficiente, que echaba por tierra la promesa de un cambio revolucionario que acabaría con las famosas micros amarillas.
La expectativa era mucha, pero desde antes de su implementación las críticas eran variadas respecto a lo apurado de su puesta en marcha. Es más, el Gobierno de entonces recurrió a campañas publicitarias millonarias para promoverlo, apelando incluso a Iván Zamorano como rostro principal.
A seis años de ese día, el coordinador del Transantiago, Patricio Pérez, repasó con Emol las tareas pendientes del sistema, cuyo nivel de rechazo sigue siendo alto, situación que -a su juicio- se debe a que hay usuarios que "todavía no perciben completamente las mejoras".
Mejora operacional
"Las empresas deben seguir consolidando su mejora operacional", ya que "hay un tema en el actuar, por ejemplo, de los propios conductores en la prestación del servicio y de ahí estamos actuando a través de iniciativas como fomentar la profesionalización de los conductores y también velar por el cuidado de las condiciones laborales de ellos", indica.
Infraestructura
"Un aspecto importante es la infraestructura y cómo se integra de mejor manera de acuerdo a lo que requiere el transporte en la ciudad. En ese sentido, claramente hoy la relación que tienen los municipios con Transantiago no es necesariamente la que pone el incentivo para el sistema en toda la ciudad", señala.
Reducción de distancias
"La ciudad se ha venido expandiendo (...) algo que no existía hace 3 años (...) El transporte se debe hacer cargo de que la ciudad es un animal vivo, y eso exije que vayamos tomando decisiones y acciones coherentes con cómo se dinamiza y también se dan más herramientas a la propia ciudad", dice.
Trabajo continuo
"Más que dar fechas, yo creo que esto es un trabajo continuo. No me cabe ninguna duda que podemos avanzar muchísimo con elementos objetivos en los próximos seis meses y estamos convencidos de que así lo vamos a hacer, pero van a aparecer nuevos desafíos inmediatamente", enfatiza.
¿Mea culpa de las autoridades?
"Yo más que hacer un mea culpa, me gustaría tener más horas del día. Claramente el esfuerzo del Ministerio (de Transportes) ha sido enorme (...) y todo nuestro equipo ha estado trabajando con eficiencia los últimos dos años, así que yo creo que hemos puesto todo lo que estaba en nuestras condiciones y herramientas para poder atender algo que saabemos es tremendamente sensible a la calidad de vida de todas las personas", afirma.
Y sostiene: "Creemos que hay muchas cosas por seguir abordando dentro de Transantiago, pero también hay una luz de esperanza muy importante, porque hoy día de alguna manera podemos decir con tranquilidad que ya cruzamos ese umbral, esa línea de flotación asociada al sistema".