SANTIAGO.- A días de que empiecen a regir las nuevas normas que endurecen y restringen el consumo de cigarrillos en lugares públicos, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, pidió esta mañana el apoyo de todos los ciudadanos y distintos actores de la sociedad para que la nueva legislación no fracase como ocurrió con la promulgada en 2005.
En esa línea, recordó los positivos resultados logrados con la ley de "tolerancia cero al alcohol", al disminuir el número de fallecidos por esta causa en accidentes automovilísticos, que si bien provocó cierto rechazo en un comienzo, "todos sabíamos que en algún momento se debía aplicar", señaló Mañalich.
Con la nueva Ley Antitabaco, que entra en vigencia a contar del 1 de marzo y sin marcha blanca, no se podrá fumar en restoranes, a menos que se lo haga en una terraza con la ventilación adecuada, ya que se eliminan los sectores para fumadores dentro de los recintos; tampoco en pubs y discotecas.
"Chile necesitaba una legislación de país desarrollado contra el tabaco, si es que aspiramos a serlo", agregó el secretario de Estado en un encuentro con la prensa en el Ministerio de Salud, donde presentó el manual de fiscalización con el que operarán los inspectores municipales, que podrán multar a administradores o consumidores que no respeten la nueva ley.
Este manual ya está disponible en la página web del ministerio, junto a las respuestas a las 100 preguntas más frecuentes que hicieron la ciudadanía y los restaurantes.
No obstante, Mañalich admitió que no quedó completamente satisfecho con la norma que deberá seguirse en los estadios. "Poder fumar en estos lugares quedará a criterio de los administradores de los recintos, que podrán habilitar sectores para fumadores", explicó.
El ministro dijo que previo a la discusión en el Congreso, la ley estipulaba la prohibición de fumar en recintos deportivos o para espectáculos masivos abiertos. Pero que la discusión de la ley fue bastante dura en el Parlamento y para lograr el apoyo de todos los sectores, se debió ceder en este punto.
"Aspiro y anhelo que los administradores de los recintos deportivos prohíban fumar. Es perfectamente razonable dentro de los tiempos de adicción de las personas, que estén 45 minutos sin fumar y que en el entretiempo salgan de las graderías a un recinto que esté especialmente habilitado. Imaginémonos los pasillos del Estadio Nacional o afuera, y puedan fumar durante esos 15 minutos de entretiempo, y volver a estar 45 minutos sin fumar", ejemplificó la autoridad sanitaria.
"El foco, la concentración de esta ley es como logramos que aquellas personas, que son la mayoría, un 60% de chilenos, que decidió no ser fumador, no inhalen pasivamente humo de tabaco, que no sean víctimas del tabaco de otros", agregó.
Finalmente, Mañalich también admitió que la batalla contra el tabaco que se da a nivel global, tanto por gobiernos liberales o autoritarios, en el fondo es económica.
"En Chile gastamos al año 2.500 millones de dólares por pacientes con enfermedades derivadas del consumo de cigarrillo y el aporte tributario de la industria, es de mil millones de dólares anualmente", señaló.
De todas formas, la autoridad dijo que no creía necesario subir de nuevo los impuestos, ya que en el Gobierno de Sebastián Piñera ya se ha hecho dos veces. "Eso finalmente podría perjudicar a los adictos al cigarrillo más pobres, que quizás no pueden acceder a un tratamiento para su problema", indicó.