Este viernes se entregaron 27 viviendas tipo palafito en la localidad de Tumbes, en la Región del Biobío.
Ministerio de Vivienda y UrbanismoTUMBES.- El ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez, anunció este viernes que el 92% de las familias afectadas por el terremoto y tsunami del 27-F ya tiene su vivienda terminada o en construcción, a pocos días de cumplirse 3 años de la catástrofe.
"A casi tres años del terremoto, el 92% de las 222 mil viviendas afectadas están terminadas o en construcción y estamos trabajando de forma intensa para iniciar las 19 mil casas que faltan", señaló Pérez.
De este modo, al 31 de enero, de las 222 mil viviendas a reconstruir, se han entregado 138 mil, hay 65 mil en construcción y faltan 19 mil por iniciar. En tanto, en la Región del Biobío se concluyeron 53 mil soluciones habitacionales, 28 mil están en construcción y faltan por iniciar 11 mil obras.
El secretario de Estado reconoció que "la reconstrucción ha sido un proceso muy complejo por la dispersión del daño y el número de personas afectadas, pero estamos logrando sacarla adelante con el esfuerzo mancomunado del Gobierno del Presidente Piñera, los actores políticos, privados y la comunidad".
Pérez realizó estas declaraciones en el marco de la entrega de 27 viviendas tipo palafito a familias damnificadas de la localidad costera de Tumbes, en la comuna de Talcahuano, emplazadas en la avenida principal Borde Costero, sector que fue duramente golpeado por el terremoto y maremoto del 27-F.
La mayoría de los beneficiados son pescadores artesanales que vivían como allegados en la casa de familiares y amigos, y las nuevas casas reforzadas se construyeron en el mismo sitio que habitaban antes de la tragedia, lo que les permite mantener sus actividades económicas y redes sociales y familiares.
Las viviendas tienen 66,94 metros cuadrados en tres niveles con tres dormitorios, living-comedor, cocina, baño y balcón. El primer nivel no es habitable y tiene pilares y machones de hormigón armado, que cumplen la función de "palafito" para disminuir el riesgo ante eventos similares, y espacio para mantener en resguardo las embarcaciones y las redes.