Los padres de Emilia esperan marcar un precedente y terminar con los vacíos legales en torno a los cargos hacia quienes conduzcan en estado de ebriedad.
Familia Silva FigueroaSANTIAGO.- Benjamín Silva, padre de Emilia Silva Figueroa (9 meses), quien el 21 de enero falleció luego de que un conductor ebrio chocara el auto en que se movilizaban, expresó su tranquilidad ante la revocación de la medida cautelar adoptada por el tribunal, al determinar la prisión preventiva del autor quien se encontraba con arresto domiciliario.
"Como ciudadano me alegré que las instituciones funcionaran", señaló a Emol a dos días de conocido el dictamen, agregando que toma como una labor social la instauración de la denominada "Ley Emilia", que busca endurecer los cargos para quienes al volante causen la muerte o daños a terceros.
"En este país robar un televisor se sanciona con mayor pena que matar a alguien en manejo en estado de ebriedad y eso no parece proporcional. Hay un vacío legal que es espantoso, que duele", sostuvo.
Nelson Fariña Jara es el conductor que la mañana del domingo 20 de enero impactó el auto en que Benjamín y Carolina Silva se trasladaban junto a su hija por la comuna de Vitacura. "Después él se fue con arresto domiciliario, con la posibilidad de decirle 'buenas noches a sus hijas', en cambio nosotros perdimos eso", expresa.
A lo anterior, agrega: "Ante la gravedad de nuestra hija nos fuimos hasta la clínica más cercana. Estuvimos ahí 30 horas. El diagnóstico lo supimos después. Mi hija murió inmediatamente producto del impacto". La pareja sostiene que ante la partida de la pequeña "hemos tenido que comenzar una nueva vida con ella desde el cielo".
"Fue una niña muy deseada"
Benjamín Silva y Carolina Figueroa son profesores universitarios de historia e imparten clases en tres universidades. Se casaron hace cuatro años. "Y pese a todo este dolor, hay que levantarse a trabajar, porque nosotros vivimos de eso", cuenta el padre.
La llegada de Emilia significó una espera no exenta de dificultades de distinto tipo, por lo que "fue una niña muy deseada".
"A veces uno siente que esto es una pesadilla y que en cualquier momento vas a despertar. También pasas por la sensación de rabia e impotencia. Después empiezas a buscarle algún significado al dolor", agrega.
El día de la sentencia, los padres de Emilia se encontraron con Fariña. Anteriormente sólo habían tenido un cruce con la familia de éste, cuando se acercaron a pedir disculpas por lo sucedido a la clínica. "Ese día no fui capaz de hablar con él, probablemente más adelante sí lo haga", finalizó.