Emilio Rodríguez asistió a la comisión de la Cámara que indaga las presuntas irregularidades en la CNA.
El MercurioSANTIAGO.- El ex presidente de la hoy cuestionada Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Emilio Rodríguez –quien lideró la entidad en sus inicios–, advirtió que cuando ésta se creó, en el año 2006, comenzó a funcionar con "fuertes restricciones" y una "institucionalidad muy frágil".
El actual rector de la Universidad de Tarapacá, quien se desempeñó en la CNA entre 2006 y 2010, acudió este lunes a la sesión de la comisión de la Cámara que investiga las presuntas irregularidades ocurridas al interior del organismo.
Entre las principales limitaciones que mencionó Rodríguez se encuentra la conformación del organismo, ya que sus miembros son nombrados por las propias instituciones de educación superior que luego deben acreditar.
"Fue un error que la comisión se constituyera asociada a instituciones (…) Hay un peso de consciencia" entre sus miembros a la hora de tomar su decisión, advirtió.
A esto se suma que los comisionados trabajan en otra función y sólo dedican un "tiempo residual" a la CNA, y la escasez de presupuesto con que se gestó el organismo. "Esta comisión partió sin presupuesto y eso hay que decirlo con bastante claridad: Una cosa es tener una constitución con palabras en el aire y otra con el presupuesto para funcionar", subrayó.
Como ejemplo de la "fragilidad" legal, mencionó el bajo quórum que se requiere para acreditar a una institución, ya que pese a tener quince miembros, podía darse el caso en que una institución se acreditara sólo con cuatro votos a favor, el equivalente a la mitad más uno de los siete miembros que se requerían como mínimo para funcionar.
Para compensar esta "fragilidad", sostuvo que la propia comisión en su época tomó acuerdos sobre la manera en que iba a funcionar y se estableció, por ejemplo, que no debía haber contacto de parte de la comisión con ningún miembro de las instituciones que estuvieran en proceso de acreditación.
En esa línea, aludió al caso del cuestionado ex presidente de la CNA, Luis Eugenio Díaz –quien asumió en 2010– y, según los antecedentes de la Fiscalía, habría mantenido contactos con directivos de universidades privadas mientras se estaba evaluando su acreditación. "No se podía tener contacto. Era una situación anormal, probablemente ilegal", afirmó.
También destacó que había sistemas de autorregulación entre sus miembros, a quienes no se les permitía participar en ninguna decisión en que tuvieran intereses involucrados. "A mí me tocó decirle a un comisionado que no podía participar, porque estaba vinculado con las instituciones", sostuvo.
Al respecto, afirmó que durante su gestión "hubo cosas que pudieron hacerse mejor, pero lo que no hubo fueron aberraciones, que ocurrieron después".
"No fue buena idea" que Mineduc estuviera en la comisión
Rodríguez también se refirió a la participación del Ministerio de Educación –a través del jefe de la División de Educación Superior– en la Comisión de Acreditación, señalando que ésta es prescindible. "No fue buena idea que estas personas fueran miembros de la comisión, porque la cantidad de reuniones y de programas que se deben acreditar es enorme", señaló.
En esa línea, sostuvo que, al igual que Juan José Ugarte, sus antecesores Julio Castro y Sally Bendersky también registraron una baja asistencia a las sesiones de la comisión, inferiores al 50%. "La inasistencia del señor Ugarte y de los otros es fácilmente comprensible, porque tienen muchas otras funciones y ésta es una comisión que tiene muchas reuniones", señaló.
Por ese motivo, sostuvo que perfectamente el ministerio "podría no estar" en el organismo. "Lo que se requiere ahí es un grupo de expertos, efectivamente expertos, con un prestigio, con una cierta formación que les permita tomar decisiones correctas. Con una retribución (económica) consistente y dedicación exclusiva", sentenció.