La víctima del trágico hecho, Marcia Castro, está estudiando las acciones a seguir.
Cristian Contreras, El Mercurio (Archivo)SANTIAGO.- "Me hospitalice ayer y luego de esperar casi todo el día, comencé con fuerte dolores de parto. Entonces le pedí a mi mamá que me llevara al baño, porque la enfermera estaba realizando cambio de turno (...). En eso que me levanté fui al baño y tuve al bebé. Me tuve que sentar, como pude, en la tina para que naciera allí".
Con este crudo relato Marcia Castro Olivares cuenta a Emol el aborto espontáneo que sufrió mientras esperaba ser atendida en la Clínica Dávila, en la comuna de Recoleta.
Según detalla la mujer, embarazada de seis meses, asistió a la clínica el jueves 14 de marzo para realizarse un chequeo y averiguar el sexo del bebé. Fue entonces cuando le informaron que su hijo no estaba respirando.
A raíz de lo anterior, programó la fecha para un parto inducido que se realizaría ayer mismo. Sin embargo, Castro Olivares comenzó con contracciones fuertes.
"Si bien yo sabía que mi hijo iba no iba a nacer vivo, ¿qué pasaría con una mamá que tiene un bebé vivo, sano? Uno no puede tenerlo sola, yo intenté sostenerlo cuando nacía y se me cayó, y eso puede provocarle la muerte a un bebé con vida o quedar con algún un tipo de secuela", señala.
En ese sentido, enfatiza que la clínica debería responder sobre el hecho, pues se encontraba en un proceso programado. No obstante, aclara que aún no toma una desición sobre el tipo de acción legal que entablará.
"Es un proceso tan doloroso que comenzó el jueves pasado, entonces la verdad es que aún estamos choqueados como familia, ya habrá tiempo de ver qué pasará más adelante, de seguro nos haremos asesorar para saber qué hacer, pero sí estoy segura de que fue negligencia", puntualiza.