"De qué acusación me están hablando, la verdad es que no tiene ningún fundamento", sostuvo Beyer.
El MercurioSANTIAGO.- Como un "acto político" carente de "fundamentos jurídicos" calificó el ministro de Educación, Harald Beyer, la acusación constitucional que este miércoles presentaron en su contra diputados de las bancadas de oposición, acusándolo de notable abandono de deberes pro no haber considerado las reiteradas denuncias sobre lucro.
"La desprolijidad de la acusación y la falta de fundamento realmente es una vergüenza", sostuvo el secretario de Estado, quien esta tarde fue firmemente respaldado por La Moneda.
Al respecto, detalló que "llega a tal grado la desprolijidad que, por ejemplo, se nos acusa de no haber enviado cuatro reglamentos que requerían las leyes, pues bien, tres de ellos ya están publicados, y hay otro que no es responsabilidad del Ministerio de Educación".
"De qué acusación me están hablando, la verdad es que no tiene ningún fundamento, los argumentos son débiles, es un proyecto político finalmente, no es una acusación constitucional que tenga fundamentos serios", aseveró.
Pese a esto, sostuvo que no va a claudicar en la tarea que ha desempeñado hasta ahora, tanto en la fiscalización de las instituciones como en la elaboración de un nuevo marco regulatorio que sea más exigente.
"El Gobierno no va a claudicar y yo personalmente no voy a claudicar y voy a seguir adelante con lo que creo tiene que ser el objetivo de todo ministro de Educación: Fiscalizar y asegurarse que haya un marco regulatorio que permita que realmente las instituciones cumplan con las exigencias para garantizar el futuro de los estudiantes", sostuvo.
En esa línea, afirmó que el Ejecutivo "no está haciendo cálculos pequeños". "Lo que nosotros estamos haciendo lo vamos a seguir haciendo, porque tenemos una responsabilidad con los estudiantes y con las familias", afirmó.
Cuestionó además que "las instituciones están reclamando porque les estamos elevando mucho las exigencias y, curiosamente, junto con eso se presenta esta acusación constitucional, que, como dije, no tiene ningún fundamento".