SANTIAGO.- Roberto Altermatt estaba doctorado en despedidas de soltero. Al igual que su partner José Luis "Cote" Sancho había ido a muchas despedidas de sus amigos, asi que ambos tenían varios contactos para organizar como corresponde un evento cuando un amigo se condenaba a dar el sí en el altar.
Pero cuando le tocó a Roberto ser el protagonista de la despedida de soltero, le picó el bichito por hacer algo diferente. Tras años de carretes con poca plata, Santiago le había quedado chico ahora que tenía trabajo estable y podía darse "un gustito" antes de casarse.
Así que no lo pensó mucho cuando con su amigo "Cote", con un traguito en la mano, se propusieron mirar para el otro lado de la cordillera y hacer la despedida en Buenos Aires.
"Era la instancia para disfrutar con los amigos cercanos sin restricciones de nada y sin responsabilidades. Era una sola vez en la vida y de la cual te vas a acordar por siempre. Por eso tenía que ser con estilo antes de casarme con el amor de mi vida. Así que ¡qué mejor que ir a Buenos Aires, a la cuidad que nunca duerme!", cuenta Roberto a Emol luego de sobrevivir a tres días de fiesta en la ciudad del subte, la hiperinflación y Mafalda. Allí se cortó el pelo a la moda, degustó bifes de chorizos gigantes y se paseó por varias discos.
Baile del caño around the world
Despedirse de la vida licenciosa del soltero o soltera fuera de Chile hace rato que dejó de ser un panorama para unos pocos privilegiados. De ello dan cuenta los miles de chilenos que compran tickets aéreos no sólo paras sus vacaciones, sino para unas cortas escapadas de fin de semana.
En los últimos años, Perú se ha convertido en el destino principal. En 2012, hubo más de un millón de viajes a ese país. Según las cifras del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), hasta agosto del año pasado, los viajes a Lima y Mancora habían desplazado a Argentina como la patria más visitados por los viajeros chilenos. También destacan Montañita, Ciudad de Panamá, Bogotá y Mendoza.
Es que viajar al extranjero ya no es impagable. "Con menos de 300 mil pesos la puedes hacer, incluidos los pasajes de avión", cuenta Gabriel "Cebollín" Madrid, quien se sumó a la despedida de Roberto en el país del Papa Francisco. Para este grupo, el carrete partió brindando con schop en el aeropuerto de Santiago antes de tomar el avión, llegar a un hostal y perderse en la bohemia de los barrios San Telmo y Palermo.
Con permiso de la novia
El abogado Juan Pablo Durán también viajó a Buenos Aires. "Se casaba un amigo de toda la vida y no queríamos ir a Viña del Mar. Te vas a la playa, te acuestas a las 6 de la mañana y después tienes que seguir con tu vida normal. Queríamos desconectarnos por todo un fin de semana", recuerda.
En total, se formó un grupo de doce viajeros. "Arrendamos dos departamentos en el barrio Recoleta, que funcionaban como apart hotel", explica Durán. "Primero nos fuimos seis de avanzada a tantear el terreno. La idea nunca fue llevar al soltero a un cabaret, no somos de andar metidos en eso. Además, eran caros. Pero fuera de estos locales la gente te recomendaba alternativas".
"Así contactamos a un tipo muy tela que llegó al departamento con dos chiquillas muy lindas que hacían su baile. Habremos pagado 120 lucas por un show que duraba dos horas, todo muy relajado y entretenido. El novio quedó feliz", dice Juan Pablo, quien ante grupos tan grandes aconseja que durante el día todos hagan cosas distintas para no terminar peleando y convirtiendo la despedida en un reality.
"Viajar le da un plus distinto. Estar en un lugar donde nadie te conoce te hace sentir que eres un poquito más libre, aunque siempre hay algún un chileno que aparece y que te ubica", agrega.
Rodrigo, otro que cruzó la cordillera, recomienda hacerse amigo de los garzones si es que van a una despedida como la suya, que fue "heavy metal", según cuenta. "Los garzones de Buenos Aires están acostumbrados a los turistas, tienen los contactos para todo lo que necesitas y te sugieren picadas con mujeres muy lindas en calle Corrientes, que en Chile te cobrarían más de 80 mil pesos, pero allá no cobran más de 30 mil. Son ideales para despedir a un novio. En las páginas web también hay harto donde mirar y son muy simpáticas, les encantan los chilenos y nuestros dólares, ja-ja-já".
Carrete en Las Vegas
La despedida en Las Vegas de Juan Pablo Reyes fue más relajada que la de Rodrigo, pero no menos intensa. Dice que obviamente, como en los casos anteriores, le pidió permiso a su novia. "Con mi señora nunca fue problema, porque siempre le dije que quería irme a Las Vegas de despedida. Fue un viaje de amigos en que cada uno corrió con sus propios gastos".
"Nos arrendamos un auto y hablamos con una empresa turística para que nos viera un hotel", recuerda. "Fue mucho carrete, destrucción total, todas las noches nos íbamos a una disco distinta de cada casino. Y cuando volví a Chile, tuve otra despedida con los amigos que no pudieron viajar, que hicimos la misma noche que la hizo mi señora".
De todas formas, Reyes recomienda las experiencia, ya que Las Vegas no es tan caro como mucha gente pueda creer. "O si no vayan a Buenos Aires o Mendoza, que es mucho más barato y se va a pasar igual bien", asegura.