SANTIAGO.- Tras romper su silencio luego de su polémica frase "paso", Michelle Bachelet entregó nuevos detalles de su programa de gobierno, precisando que en caso de llegar a La Moneda por segunda vez no impulsará una reforma dirigida a entregar educación gratuita total en el plano de acceso a las universidades.
"Mi opinión personal, es que no encuentro justo que el Estado pague la universidad de mi hija si puedo pagarla. Pero creo que hay muchos chilenos que no pueden pagar y tienen que endeudarse y vivir con incertidumbre y hasta miserias", dijo.
Junto con ello dijo que se debe trabajar "por una educación de calidad y que ponga fin a la disparidad de oportunidades", rechazando la gratuidad "para quienes puedan pagar", ya que, a su juicio, esto "es una política regresiva".
Sobre quiénes van a pagar y quiénes no, y en qué porcentajes, dijo que se detallará alrededor del mes de mayo con su equipo programático.
Respecto del lucro dijo que para ponerle fin se requiere un "mayor grado de consenso que en 2007", cuando gobernaba. "Esto requiere contar con una mayoría parlamentaria para que estas reformas sean una realidad. Ninguna persona sola puede hacer esto, la elección de los parlamentarios va a ser central para que esto sea una realidad", agregó.
La candidata del PS, PPD y MAS, hizo esta precisión al presentar a su equipo de trabajo en educación, que integrarán Dante Contreras, Claudia Sanhueza, Carlos Henríquez, Sergio Granado y Valentina Quiroga.
En esa línea, la candidata señaló que personalmente cree en una "sociedad solidaria" en la que quienes puedan pagar por educación lo hagan y quienes no, sean respaldados por el Estado.
No obstante, se comprometió a avanzar en la gratuidad en todos los niveles escolares porque "la enorme mayoría de los chilenos no puede pagar".
Para ello, dijo que se trabajará en un mecanismo que "permita mantener lo local y que asegure la calidad", lo que no significa necesariamente mantener la municipalización de colegios. Además, reiteró que impulsará una reforma tributaria porque los ajustes en materia de tributos hasta ahora sólo han representado porcentajes del Producto Interno Bruto, que no han sido suficientes.