SANTIAGO.- El aspirante del PRO a La Moneda, Marco Enríquez-Ominami, comentó este jueves la destitución de Harald Beyer, expresando que "triunfó la calle" al aprobarse la acusación constitucional contra el ahora ex ministro de Educación por no haber fiscalizado el enriquecimiento ilícito de instituciones de enseñanza superior, pero que ello no exculpa a la Concertación de "20 años de silencio" frente al tema.
"Lo de ayer en el Senado fue una mala obra de teatro con muy malos actores. Los mismos que ayer lloraban por la destitución del ministro son los que, de manera cruel, destituyeron a otra ministra", expuso el abanderado del Partido Progresista recordando el caso de la también destituida ministra de Educación, Yasna Provoste.
Según consigna una nota de su equipo de campaña, el presidenciable enfatizó que "la acusación constitucional no exculpa a la Concertación de 20 años de silencio y de privatización de la educación. Lo que vimos es como la cachetada del payaso, nada muy convincente. Lo importante es que triunfó la calle, el sentido común y la normalidad ya que se castigó a un gobierno que define a la educación como un bien de consumo".
"Ahora la tarea es hablar de futuro y que nunca más un ministro de educación crea pueda actuar a medias tintas arrastrando los pies respecto de un escándalo", expuso el ex diputado al presentar sus propuestas ambientales en una actividad en el Parque de las Esculturas de Providencia.
Enríquez-Ominami además cuestionó la actitud del timonel de Renovación Nacional, planteando que "lo que hace Carlos Larraín y compañía es como un discurso de la Unidad Popular. Decir que empezó la guerra son amenazas constitucionales que no corresponden. Los invito a ser serenos. Estas declaraciones histéricas de que se acabó el mundo no es cierto. Sólo se fue un ministro que era parte de un Gobierno que defendía la educación como un negocio cuando ésta es un deber".