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Hasta disputas de 20 años por una pelota: Las "pesadillas" cotidianas que ha resuelto la Justicia Vecinal

Desde vehículos que bloquean el tránsito en el pasaje hasta el levantamiento de un muro entre dos casas. En sus dos años de funcionamiento, la iniciativa impulsada por el Ministerio de Justicia ha recibido más de 11 mil casos, de los cuales el 78% se ha resuelto con éxito.

04 de Mayo de 2013 | 09:23 | Por Andrea González Schmessane, Emol
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El Ministerio de Justicia evalúa positivamente la Justicia Vecinal, en sus dos años de existencia.

SANTIAGO.- Patricia del Carmen Benavides (67) decidió recurrir en enero pasado a la unidad de Justicia Vecinal, tras estar 22 años en conflicto con sus vecinos. Relata que desde que compró su propiedad, en la comuna de Maipú, no cesaron los enfrentamientos con los niños de su pasaje.


Dice que su mayor "pesadilla" eran las pelotas que a diario caían en su jardín, rompiéndole sus plantas y alterando su tranquilidad y la de su esposo. "Por lo mismo, sólo se las devolvía en las noches", cuenta.


Afirma que "desde hace 22 años que vengo peleando por lo mismo. Vivimos en espacios muy reducidos y por lo mismo, la gente se pone más agresiva". Sin embargo, fue la tarde del 10 de enero pasado cuando una serie de amenazas por parte de su vecina Carolina De la Cruz Díaz terminaron por agotar su paciencia.


Dice que primero recurrió a Carabineros, pero no tuvo respuesta. "Luego me dieron información respecto de esta unidad de Justicia Vecinal, donde acogieron mi demanda inmediatamente", recalca Patricia, quien afirma que "fue un alivio, porque hasta ese momento me sentía desprotegida".


Dice que "la solución fue muy rápida", ya que el conflicto con Díaz se resolvió dos meses después gracias a las gestiones que realizó la mediadora que asignaron a su caso.


Por su parte, Carolina De la Cruz, dice que los problemas con su vecina se debían al mal trato que ésta siempre tuvo con los niños del lugar. "No sólo yo tenía problemas con ella, eran todos los vecinos, pero gracias a esta instancia pudimos lograr lo que en más de veinte años no habíamos logrado. Gracias al trabajo de la mediadora pudimos llegar a una solución fácil y práctica", destaca.


Reconoce que "fue un alivio para todos, ya que ella (Patricia) cambió su trato con los jóvenes", lo que a su vez, mejoró significativamente la convivencia entre los vecinos del pasaje. "La cosa ahora está bien y estoy muy agradecida, porque nunca había encontrado una instancia para poder vivir un poco mejor", señala.


Patricia es una de las 11.308 personas que en estos dos años ha recurrido a la Justicia Vecinal para solucionar su conflicto y también es parte del 78% de los casos que ha terminado con resultados positivos y que además han sido resueltos en no más de 34 días.


Desde su implementación, en mayo de 2011, el plan piloto impulsado por el Ministerio de Justicia –cuyo objetivo es poner a disposición de los vecinos mecanismos de solución para sus conflictos– ha logrado expandirse a 20 comunas de Santiago. Así, actualmente abarca los municipios de Renca, Independencia, Cerro Navia, Pudahuel, Quilicura, Paine, Buin, Peñaflor, Calera de Tango, San Bernardo, Macul, Ñuñoa, Peñalolén, La Reina y La Florida, Cerrillos, Estación Central, Maipú, Padre Hurtado y Lo Espejo.


El camión de la discordia


Otra que recurrió a la Justicia Vecinal es Elizabeth de Lourdes Estay, quien demandó a su vecino, Jaime Trujillo, por los inconvenientes que éste le generaba al estacionar su camión, de casi 16 metros de largo, en su cuadra, en el sector de Villa Valle Alegre, en Cerrillos.


"Cuando él estacionaba su vehículo afuera de su casa impedía la entrada y salida de otros autos y, al mismo tiempo, no dejaba tener una buena visibilidad a la hora de entrar al pasaje o sacar los autos de alguna casa", detalla Estay.


Dice que tras verse expuesta a un accidente decidió "tomar cartas en el asunto" y acudió a este sistema. "Una vez que nos citaron a ambos, pude exponer mis puntos de vista, él los suyos y finalmente poder llegar a un acuerdo. Llegamos a buen término, él nunca fue grosero ni agresivo y me di cuenta de que es una buena persona", reconoce.


Tras la mediación, dice que ahora su vecino saca el camión del pasaje y lo mantiene guardado en su taller, por lo que ella pudo empezar a hacer una vida normal sin preocuparse de la hora en que podía sacar su auto a la calle o entrar al pasaje.


Afirma que el trabajo de la Justicia Vecinal fue tan "maravilloso" que ahora incluso cuando se encuentran con Jaime en el negocio del sector conversan durante varios minutos.


"Iba a la guerra, pero terminé haciendo la paz"


Manuel Monsalve González afirma que gracias al programa de Justicia Vecinal no sólo resolvió un problema, sino que ganó un "amigo". Según comenta, en el minuto en que lo notificaron de que era requerido por su vecino, Carlos Palma Zamorano, se convenció de que iría "a la guerra, pero terminé haciendo la paz". "Pensaba terminar con un enemigo, pero fue todo lo contrario, realmente esta iniciativa vale la pena y la recomiendo", agrega.


Carlos Palma denunció a Manuel Monsalve en la Justicia Vecinal porque tenía la intención de construir un muro que involucraba la propiedad de su vecino, en la comuna de Renca, pero nunca podía conversar con él para plantearle su proyecto.


"Intenté ubicar a Manuel en tres oportunidades, pero nunca lo encontré. Y cuando pude dar con él y explicarle mi idea y en qué sentido le podría afectar, no quiso escucharme y ni siquiera alcancé a saludarlo", explica Carlos.


Entonces decidió recurrir a la municipalidad, donde le recomendaron que pidiera ayuda a los mediadores de la Justicia Vecinal. "Una vez en la unidad, nos sentaron a conversar y llegamos a un acuerdo inmediato porque él pudo entender lo que yo le estaba proponiendo", dice Carlos, quien asumió la totalidad del financiamiento de la construcción.


Por su parte, Manuel destaca que el acuerdo los benefició a ambos, ya que su vecino pudo levantar el muro que tenía en sus planes y "ahora yo tengo una muralla sólida que me protege a mí también".


Tras la mediación, ambos agradecieron la intervención, ya que pudieron dialogar, entender la posición del otro y llegar a un acuerdo que los benefició a ambos.

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