SANTIAGO.- Pese a que admitía que no le gustaba aparecer con frecuencia en los medios, de forma directa o indirecta, el desvinculado director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Arturo Fontaine, estuvo involucrado en los debates que crisparon el acontecer político de los últimos años.
Como director del influyente think tank, bajo cuya dirección se convirtió en el más influyente del país, Fontaine organizó debates patrocinados por el CEP sobre la encuesta Casen, luego que ésta recibiera reparos metodológicos por los resultados que mostraban que durante el Gobierno de Sebastián Piñera había descendido la pobreza y la indigencia en el país.
En dichos debates, surgieron fuertes cuestionamientos a la Casen, lo que fue utilizado por detractores del gobierno para cuestionar estas cifras y todas las que sigueron, sobre todo, en materia económica y de desempleo.
Según informa "La Segunda", algunos sectores consideraron que en esos debates no siempre hubo condiciones equitativas para que los representantes del Ejecutivo defendieran su labor, lo que habría dado incluso origen a reclamos ante miembros del consejo directivo del CEP.
En otro tema controversial, durante el conflicto estudiantil, Fontaine se mostró partidario de eliminar el lucro en la educación superior cuando el dinero proviniera de fondos públicos. Escribió una serie de columnas para argumentar su postura sobre este tema, aunque siempre dejando en claro su rechazo a la gratuidad universal.
Según trascendidos, esta postura no sólo causó cierta molestia en sectores de derecha que han sostenido que las universidades privadas permitieron el acceso de las clases media y media baja a la educación superior; también hubo reparos al interior del propio directorio del CEP.
Asimismo, hizo explícito su rechazo al proyecto de Superintendencia de Educación Superior, que promovió el destituido ministro de Educación, Harald Beyer, y lo cuestionó incluso en el Congreso.
Sus juicios de valor sobre el Presidente Piñera, de quien en una ocasión dijo que "no tenía corazón", también han causado comentarios. Y aunque ha reconocido los logros económicos del Gobierno, en la última entrevista que dio a "Qué Pasa", el licenciado en filosofía y novelista criticó la falta de "conducción política".
"Tengo la impresión que, mirado en retrospectiva y cuando pase un poco el tiempo, va a haber una mejor evaluación de la población", dijo en alusión a las cifras que registra Piñera en las encuestas.
"A mi juicio, el mayor problema ha sido un problema de conducción política. A pesar del indudable éxito económico, la agenda está hoy mucho más a la izquierda que cuando terminó el gobierno de Bachelet. Éste es un serio fracaso político del gobierno. Esto demuestra los límites del enfoque economicista a la hora de explicar fenómenos políticos", sostuvo en esa oportunidad.