SANTIAGO.- Multas por abandono y responsabilidades a "padrinos" de perros callejeros. Éstas son parte de las medidas que contempla la Ordenanza 106 sobre "Protección y tenencia responsable de mascotas y animales de compañía", que este jueves presentó la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.
El acento de esta nueva normativa está en combatir el abandono, lo que en el mediano plazo permitirá reducir la población de animales que deambulan sin rumbo por la capital. También asigna responsabilidades a los dueños y a los tenedores, es decir, a todo quien -aunque no sea propietario- cobije o alimente habitualmente a un can, tanto en espacios privados como en la vía pública.
Uno de los pilares de la ordenanza es que dichas situaciones serán consideradas una falta grave, lo que podrá ser denunciado al Juzgado de Policía Local y sancionado con multas de hasta 5 UTM (cerca de 200 mil pesos).
En esta medida municipal, el "maltrato" se tipifica en una serie de acciones: desde causar la muerte de animales; mantenerlos en viviendas deshabitadas, jardines o en la vía pública; golpearlos o actuar con crueldad contra ellos; hasta llevarlos atados a vehículos en marcha; incitar a que peleen unos con otros; mantenerlos con enfermedades infecciosas o, incluso, dejarlos encerrados en autos bajo condiciones ambientalmente extremas.
De acuerdo a la alcaldesa Tohá el municipio se hará cargo de los animales en estado de postración que se encuentren en la calle, los dueños o tenedores serán responsables de otorgarle atención médico veterinaria a las mascotas de su dominio que estén heridas o enfermas, tanto en los hogares como en la calle, sitios eriazos y cités. Sobre esto último, el no hacerlo se penaliza como maltrato animal.
"Esta ordenanza es la más avanzada del país en materia tenencia responsable de mascotas, pues propone estándares muy exigentes en las obligaciones de las personas en relación a los animales", expresó.
Obligaciones
Del mismo modo, la medida determina que los animales deberán permanecer obligatoriamente al interior del domicilio sin ocasionar malos olores ni condiciones de insalubridad, y sus dueños tendrán que velar por mantenerlos en lugares cerrados, en condiciones de que no puedan proyectar sus cabezas u hocicos al exterior para así resguardar la seguridad de quienes transiten por los espacios públicos.
Toda persona que alimente a perros o gatos que viven en la calle debe hacerse responsable de limpiar sus fecas y los restos de comida. Además, tendrá que avisar a la municipalidad para realizar su proceso de vacunación, esterilización o castración.
Los propietarios deben hacerse cargo de inocular y desparasitar a sus mascotas, y en el caso de los perros identificarlos con un chip. Todos estos servicios se pueden solicitar gratuitamente en la jefatura edilicia.
Cuando se saquen a pasear caninos de razas peligrosas, sus dueños tendrán la obligación de ponerle collar y bozal. Además, se prohíbe la comercialización no regulada de animales y el adiestramiento en conductas agresivas en espacios públicos. En el caso de que un animal haya mordido a una persona o sea sospechoso de rabia, no podrá ser sacrificado o trasladado por su dueño sin el permiso de la Autoridad Sanitaria.
"El problema de los animales que están en las calles de nuestra ciudad no es culpa de los animales, sino de la irresponsabilidad de las personas –sentenció la alcaldesa-. La ordenanza va al corazón de este problema porque sanciona el abandono, lo que no está considerado en nuestra legislación, y establece obligaciones a personas que cuidan animales que no son de su propiedad", sostuvo Tohá.
Aprobada por el Concejo Municipal el 8 de mayo pasado, para la redacción de esta ordenanza -que estará en marcha blanca por tres meses, período en que se hará una campaña de difusión y educativa en toda la comuna- se revisaron las existentes en otras comunas y se trabajó en alianza con organizaciones animalistas.