SANTIAGO.- Un sumario administrativo realizado por el Parque Metropolitano de Santiago reveló una serie de errores cometidos por los funcionarios del zoológico tras el ataque del tigre blanco Pampa a un cuidador ocurrido el 29 de julio de 2012.
De acuerdo al documento –dado a conocer por el periodista Augusto Scarella tras solicitarlo al Concejo de Transparencia- el tirador que sacrificó al animal luego que éste se lanzara sobre José Silva, no pertenecía al equipo autónomo, llamados así porque no necesitan de una orden previa para disparar las escopetas de alto calibre que utilizan para la contención letal del animal.
Lo hizo otro cuidador que no figuraba en la lista de personas autorizadas, pero que al momento del hecho le arrebató el arma a su compañero al percatarse de la indecisión de este último.
Asimismo, se estableció que la alarma se activó ocho minutos después de la emergencia, pero no se logró determinar quién fue la persona que estuvo a cargo de hacerlo.
El sumario enfatizó que el primer error cometido fue la separación de los guarda faunas una vez dentro de la jaula de Pampa, ya que el protocolo exige que el ingreso a los recintos de animales considerados peligrosos para la vida humana, debe hacerse acompañado. Sin embargo, esa mañana mientras Silva entró por un pasillo anexo, su compañero Humberto Vargas se dedicó a asear otros sectores.
La investigación también detalla que parte de los empleados del lugar -que fueron entrevistados- coinciden en que esa mañana no hubo coordinación ni liderazgo aún cuando el director del Zoológico es quien debe asumir el control de la situación, según el reglamento.
Por último, detalló que el equipo de contención química tras ser alertados, concurrió hasta el sector en un vehículo particular y no en el institucional acondicionado especialmente para este tipo de casos.