SANTIAGO.- Es uno de los emblemas de la destrucción que generó en Santiago el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Se trata del condominio "Sol Oriente" de la inmobiliaria "Viva", ubicado en avenida Macul 2301, donde el fuerte movimiento telúrico no sólo dejó millonarios daños estructurales, sino también a decenas de familias en la calle.
Tanto fue el deterioro, que a pocos días de ocurrido el sismo, el municipio declaró inhabitable los dos edificios que lo componen y decretó su demolición, ante el peligro que revestía para los propietarios de los departamentos.
Muchos de los ahora ex dueños llegaron a acuerdo con la inmobiliaria y los bancos donde habían adquirido sus créditos hipotecarios y en enero de 2012, un total de 59 departamentos afectados fueron rematados en sólo 1 millón de pesos. Sin embargo, también hubo un grupo de propietarios que decidió no vender.
Ante este escenario, la empresa dueña del proyecto habitacional apeló a la resolución de la Dirección de Obras del municipio de Macul, presentando un informe en el que se señalaba que ambas edificaciones eran reparables.
"Se alzó el decreto de demolición, pero se mantiene el decreto de inhabitabilidad. Hoy el condominio está solicitando un permiso de reparación de los dos edificios y está en revisión dicho expediente", señala a Emol el director de Obras de la Municipalidad de Macul, Osvaldo Berríos.
El funcionario asegura que lo que está en revisión actualmente son problemas netamente administrativos y que la resolución estará lista dentro de unos pocos días, lo más probable, con una respuesta positiva para la empresa.
Si ello ocurre, la inmobiliaria podrá volver a vender los departamentos que recuperó tras los acuerdos con los ex propietarios, mientras que los que desistieron de la venta podrán volver a sus hogares.
"Negocio redondo"
La eventual reparación de los inmuebles es criticada por los afectados, como la ingeniera comercial Claudia Castro, una de las personas que declinó llegar a un acuerdo con la empresa. "El negocio de ellos (la inmobiliaria) fue redondo. Pusimos el pie y el banco les pagó el resto. Estoy segura de que van a reparar con la plata de un seguro común que yo pagué durante los años que viví allí. Pero después los van a vender a 2.800 UF", acusa.
A ello se suma que –según la afectada- una vez que terminen los trabajos, el dinero que falte para pagar la reparación, deberá ser costeado por quienes como ella no quisieron ceder su propiedad, a través de los gastos comunes, haciendo que éstos suban varias veces su valor normal.
Para el ingeniero civil industrial y ex propietario de uno de los departamentos afectados, Gonzalo Peña, "es grave que se repare, porque tras el terremoto los estudios que hicieron los expertos decían que una reparación verdadera costaba casi reconstruirlo nuevamente y capaz que colapse con el terremoto que venga. Hay que rezar nomás por la gente que se quedará allí".
Un propietario que está en conversaciones con la inmobiliaria para volver a su ex domicilio espera que esta vez la empresa "haga bien las mediciones de suelo y utilice el material adecuado para que no vuelvan a cometer el grave error de construir un edificio de pésimas condiciones".
Emol se contactó con la empresa inmobiliaria Viva con el fin de que entregara su versión respecto de la situación actual del condominio "Sol Oriente", e incluso se les envió un cuestionario, sin embargo, no hubo respuesta alguna.