Poca confrontación y tensión por 27-F marcan debate opositor

SANTIAGO.- Prácticamente no hubo discusión y es que el primer debate televisivo de los candidatos del pacto Nueva Mayoría casi no registró interpelaciones directas entre los abanderados presidenciales.

Lo que sí hubo fue una gran cantidad de alusiones del independiente Andrés Velasco a Michelle Bachelet, quien además protagonizó el momento de mayor tensión al ser consultada por el 27-F y la posibilidad de que pidiera perdón a los familiares de las víctimas.

El formato del foro incluyó preguntas iguales para los candidatos, preguntas individuales y preguntas del público presente en el estudio. Así, los postulantes a La Moneda, que se medirán en las primarias del 30 de junio, marcaron sus diferencias en materias como la gratuidad universal en educación, los cambios al sistema de AFP, la idea de convocar a una asamblea constituyente y el matrimonio homosexual, pero evitaron enfrentarse.

En el primero de ellos, la candidata del PS, PPD, MAS, PC e IC reiteró lo que ya señaló el viernes pasado, al anunciar su propuesta de reforma educacional:  que ésta debe ser un derecho social y que su objetivo es avanzar hacia la gratuidad universal.

En este punto aclaró que si bien en algún momento dijo que no creía que su hija debiera estudiar gratis, esa reflexión la había hecho considerando el sistema actual de impuestos, algo que ella pretende modificar.

El candidato radical José Antonio Gómez coincidió con Bachelet, mientras Velasco discrepó señalando que la gratuidad a nivel universitario sólo debe aplicarse para aquellos que no pueden pagar. Más cauto, el representante de la DC, Claudio Orrego, abogó por dar gratuidad solo al 70% más pobre de la población.

Al ser consultados por el sistema previsional se vislumbró un primer enfrentamiento, luego que Velasco afirmara que "una AFP estatal no va a resolver nada, digámosle la verdad a la gente", en alusión a una idea que ha sido defendida con fuerza por la ex Presidenta.

Las alusiones del ex ministro Velasco

Sin embargo, en ese momento se registró también la primera mención del abanderado independiente a Bachelet, al recordar sus años como ministro de Hacienda y los cambios que impulsó en esa área. La ex gobernante, en tanto, reiteró la necesidad de reformar el sistema y defendió la idea de que una AFP estatal la aportaría equidad al sistema.

Por su parte, Gómez, en una idea más rupturista, planteó regresar al antiguo modelo de reparto y eliminar las AFP.

Luego, Velasco al explicar por qué razón mientras fue ministro recomendó a Bachelet no impulsar reformas como el posnatal y la eliminación del 7%, dijo que prometer lo imposible era una "vieja treta de la política".

Al responder, la ex Mandataria discrepó de las razones por las que no fueron impulsadas esas reformas en su gobierno, pero también bromeó con las palabras de Velasco sobre la "vieja política". "No sé si se refiere a mí, pero soy partidaria de la nueva política", añadió Bachelet entre risas.

La otra alusión se registró inmediatamente después cuando Velasco fue requerido por las diferencias entre su candidatura y la de la ex Jefa de Estado. Si bien marcó la distancia entre ambos y habló sobre la renovación de liderazgos, también dijo que él siempre ha estado por reconocer los aportes de Bachelet.

Más avanzado el debate, habló de coincidencias en su política energética, donde ambos proponen una meta denominada 30/30, es decir 30% de energías renovables para el año 2030. Lo mismo ocurrió cuando fue consultado por el aborto.

"Al igual que Michelle, creo en el derecho de las mujeres a elegir", declaró al inicio de su respuesta. En todo caso, hizo el alcance de que lo aprueba solamente en tres situaciones: cuando el embarazo no es viable, en caso de violación y si está en riesgo la vida de la madre.

Cambios constitucionales y tensión por 27-F

Donde sí se marcó una diferencia importante fue en el tema de la asamblea constituyente. El primero en rechazarla de plano fue Velasco, argumentando que "no es la solución a los problemas de Chile" y que si bien hay que hacer muchos cambios éstos deben ser por la vía institucional.

La idea fue compartida por Orrego, quien aprovechó de emplazar al oficialismo por no permitir los cambios el sistema binominal.

Bachelet, en tanto, nuevamente no despejó las dudas respecto a su postura, ya que si bien aseveró que una nueva constitución es esencial, porque las reformas que se han hecho "no han logrado romper los cerrojos heredados de la dictadura", no aclaró si en su eventual gobierno convocaría a una asamblea constituyente.

Sólo deslizó que cualquier cambio de este tipo debe ser por la vía institucional, representativo y participativo. Gómez, en cambio, dijo directamente que es partidario de aplicar ese mecanismo.

El último tema donde se produjeron discrepancias fue el matrimonio homosexual. Tanto, Bachelet –quien reconoció un cambio de opinión en esta materia-, como Velasco y Gómez se manifestaron a favor de él, mientras Orrego lo rechazó, aludiendo que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

Este último también marco un punto de inflexión en el debate cuando aseguró tajante que de llegar al gobierno, los miembros del Partido Comunista no tendrían cabida en su gabinete.

Añadió que una cosa es hacer un pacto electoral y otra muy distinta es alcanzar un acuerdo político. "Cuando uno quiere ganar una elección, tiene que pensar no solamente en los votos, también hay que tener gobernabilidad", dijo en relación al respaldo del PC a la candidatura de Bachelet.

El momento más tenso del foro se registró cuando la ex Presidenta fue consultada por su responsabilidad en lo ocurrido la noche del maremoto y si es que está dispuesta a pedir perdón a los familiares de las víctimas.

En ese momento, visiblemente incómoda, señaló que "pensar en el 27-F me genera una profunda tristeza" y que "esa noche hicimos todo lo humanamente posible". Y ante la contrapregunta sostuvo: "Chile me conoce. Nunca he tenido temor de reconocer errores o de pedir perdón, pero que hoy es tiempo de que actúe la justicia y ya habrá momentos para lo otro".