Johnny Herrera a su llegada al tribunal.
UPISANTIAGO.- Por más de una hora declaró este miércoles el arquero de la selección chilena Johnny Herrera, en el juicio oral en su contra por su presunta responsabilidad en el fatal atropello de la joven Macarena Cassasús, ocurrido el 20 de diciembre de 2009.
A las 08:00 horas en punto, el portero de la Universidad de Chile llegó hasta el Tercer Tribunal Oral en lo Penal acompañado de su abogado Felipe Barruel, quien aseguró que el deceso de la víctima fue responsabilidad de la misma, ya que que ésta cruzó en un paso no habilitado, con luz roja y bajo los efectos del alcohol (0,8 gramos de alcohol).
Luego de esto y bajo la atenta mirada del padre y hermano de Cassasús, Herrera renunció a su derecho a guardar silencio y decidió contar en detalle los hechos ocurridos previo y posteriormente a aquel fatídico hecho.
Según el cuidavallas, esa noche fue a discoteque Costa Varúa, en La Florida, junto a un grupo de amigos, donde tomó un vaso de vodka que dejó hasta la mitad. Luego, cerca de las dos y media de la madrugada, "fuimos a Bar 89, donde pedí otro vodka con coca light y bailé por casi 40 minutos".
"Cansado, decidí irme a mi casa ya que estaba mi mamá y al día siguiente me iba a Angol con ella para pasar las fiestas de fin de año", añadió.
En el camino, de acuerdo a su relato, fue a dejar a un amigo en la misma comuna y luego emprendió rumbo hacia su domilicio. Según el arquero, aceleró hasta los 150 kilómetros por hora por Vespucio Sur, "porque tenía ganas de llegar luego", y a 80 km/h por avenida Ossa.
Tras parar previamente en dos semáforos en rojo, "pasado (calle) Simón Bolívar, vi una sombra salir de la nada, se levantó el capó... fue todo muy rápido (...), quedé en shock por unos segundos. Sabía que había atropellado algo (...), pero no tenía claro qué había pasado", recordó entre sollozos, recalcando que "fue un accidente".
Luego de esto, de acuerdo a su relato, llegó inmediatamente personal policial. "(Me enteré que había muerto) Después de que Carabineros me tomó declaración. Me dijeron que había atropellado a un peatón", contó, enfatizando que "siempre estuve dispuesto a ayudar".
"Entiendo el dolor que siente la familia de Macarena, lamentablemente era yo el que manejaba", expresó, añadiendo que perdió a su hermano mayor en circunstancias parecidas.
Posterior a la toma de declaración, agregó, fue llevado a las comisarías de La Reina y de Ñuñoa, y a un centro asistencial para la respectiva alcoholemia.
"Es algo con lo que tengo que aprender a vivir (...) y no lo voy a olvidar más", expresó.