SANTIAGO.- Aunque los nacimientos y las muertes ocurren cada día, hay algunos meses y épocas del año en que estos acontecimientos son más frecuentes. ¿Cuál será la mejor época para nacer? ¿Es verdad que hay que pasar agosto?
En base a datos entregados a Emol por el Registro Civil –inscripciones de nacimiento desde el año 2000 a la fecha–, el mes en que en promedio nacen más niños en Chile es enero. No obstante, si se considera por estación del año, es la primavera cuando se registran más nacimientos, especialmente en los meses de septiembre y octubre.
En la maternidad de la Clínica Alemana se confirma esta tendencia. El Dr. Max Polanco, ginecólogo de ese recinto, afirma que "nosotros siempre en los meses en que esperamos mayores partos es septiembre y octubre, y después en enero tenemos más partos que en febrero".
La explicación a este fenómeno se remonta nueve meses antes, cuando estos bebés fueron concebidos. Así, quienes nacieron en septiembre y octubre fueron concebidos en diciembre y enero, que corresponde a los meses de verano.
Esto parece tener sentido, ya que los especialistas coinciden en que en la época estival, por distintos factores, aumenta la frecuencia con que las parejas mantienen relaciones sexuales, lo que incrementa la posibilidad de fecundar.
"Hay estudios que indican que en los meses de primavera y verano la gente está más predispuesta al amor, por el clima, el sol genera más actividad, las mujeres se visten con colores más vivos. También son los meses en que hay más matrimonios", indica el Dr. Polanco, quien aclara que "no es que haya una mayor fertilidad (en los meses de verano), sino que hay una mayor exposición al riesgo" de embarazo.
Esta opinión es compartida por el Dr. Hugo Salinas, jefe de ginecología del Hospital Clínico de la U. de Chile, quien apunta que también influye el hecho de que en el verano muchos chilenos están de vacaciones y, por ende, tienen más tranquilidad y tiempo para estar con la pareja.
"La pareja está más relajada, por lo tanto, puede tener un número mayor de relaciones sexuales, porque no está el tema laboral de por medio. El resto del año, si una persona sale a las 7 de la mañana y llega a las 10 de la noche, la probabilidad de tener una vida sexual placentera y con una frecuencia que le permiten tener una mayor probabilidad de embarazo –3 ó 4 en la semana–, es mucho menor", indica.
Los expertos coinciden en que la época más favorable para que nazca un bebé es precisamente el inicio de la primavera, pues así cuando llegue el invierno –que es la época más complicada para los recién nacidos– estarán más grandes, con más defensas y menos vulnerables. A eso se suma que para las mujeres resultaría más cómodo llevar un embarazo antes de que comiencen los meses de calor, considerando las incomodidades propias de ese estado y que el 50% de las embarazadas sufre edemas (hinchazón).
Por esas razones hay parejas que buscan planificar su embarazo para que los nacimientos se produzcan durante los meses más favorables. Así lo corroboran las consultas que realizan los pacientes en algunas clínicas. "Aquí llegan pacientes que te dicen 'me gustaría para tal fecha' y te preguntan qué tienen que hacer. Cada vez es más frecuente que la gente busque prepararse para el embarazo", dice el ginecólogo de la Clínica Alemana. No obstante, indica que el hecho de una pareja decida "ponerse en campaña" no implica necesariamente que se embarazará de inmediato.
En cuanto a los mayores nacimientos que se registran en enero, no hay una explicación tan clara, aunque los médicos aventuran que el periodo de concepción –abril– coincide con que aún hay buen tiempo y se prolonga el relajo tras las vacaciones. El Dr. Salinas acota que en abril un importante grupo de chilenos se toma vacaciones.
También podría haber un número de mujeres que programa su cesárea para el mes enero en lugar de febrero. De hecho, en este último se registra una importante baja de nacimientos y es el mes en que se producen menos partos.
¡Hay que pasar julio!
En el otro extremo del ciclo biológico, la mayor cantidad de muertes se concentra claramente durante los meses de invierno –de acuerdo a las actas de defunciones del Registro Civil–. El mes en que se producen más decesos es julio, seguido de agosto y junio. Por contrapartida, cuando hay menos fallecimientos es en febrero, en pleno verano.
En este caso, según afirman los especialistas, el incremento de las muertes durante la temporada invernal obedece a una causa claramente identificable: las enfermedades respiratorias, que proliferan en esa época.
Éstas ocupan el tercer lugar entre las causas de muerte en Chile –tras las enfermedades del sistema circulatorio y los cánceres–, según el Ministerio de Salud. No obstante, a diferencia de las otras patologías, que se mantienen estables en el año, las enfermedades respiratorias presentan una clara estacionalidad, con brotes en el invierno.
Así, los virus respiratorios –como la influenza y parainfluenza– comienzan a circular en los meses de mayo, junio y julio, ya que la temperatura propicia su reproducción. Y, a unque atacan a toda la población, estas enfermedades se presentan con especial gravedad en los adultos mayores, donde aumenta significativamente la mortalidad.
Según explica el Dr. Marcelo Blacutt, geriatra de la Clínica Alemana, a diferencia de los jóvenes y adultos, que toleran de mejor forma estas infecciones virales, en los adultos mayores, debido a que su sistema inmune es más débil, es mucho más probable que un simple resfrío se complique y derive en una neumonía, que puede resultar mortal.
Los virus respiratorios también suelen ser más agresivos entre quienes padecen enfermedades crónicas –como asma, diabetes, hipertensión e insuficiencia renal– o algún tipo de cáncer, pudiendo complicar estas patologías y aumentar el riesgo de fallecer, sobre todo si se trata de personas con pérdida de funcionalidad y que no cuentan con una red de apoyo, explica la Dra. Marilú Budinich, de la Sociedad de Geriatría y Gerontología.
Pese a que, según las cifras, el mes en que se registran más muertes es julio, el Dr. Blacutt afirma que la famosa frase "hay que pasar agosto" no deja de tener algo de razón. Esto se debe a que como los virus respiratorios circulan hasta julio, quienes se complican lo hacen entre dos y cuatro semanas después, es decir, máximo hasta agosto. "Entonces el que pasó agosto está libre", afirma el médico.
Un particular comportamiento tuvieron los nacimientos de niños en Chile después del terremoto que afectó a la zona central en febrero de 2010.
De acuerdo a los datos entregados por el Registro Civil, ese año hubo más alumbramientos en el mes de diciembre. Esto implica que la mayoría de las concepciones ocurrieron en marzo, es decir, inmediatamente después de la catástrofe.
Este fenómeno se condice con algunas teorías que indican que después de las guerras y las grandes catástrofes hay una mayor tendencia a la reproducción.
"En la inseguridad y la inestabilidad las personas tienden a aferrarse, a buscar apoyo en su pareja y a hacer cosas más permanentes", apunta el Dr. Polanco.