Benjamín Apablaza (9) permanece con derrame cerebral en el Hospital Roberto del Río. Su deceso es inminente.
El MercurioSANTIAGO.- "Mi hijo no sabía lo que era pelear". Con esas palabras, Pedro Apablaza, el padre de Benjamín -quien permanece con muerte cerebral en el Hospital Roberto del Río tras incrustársele un lápiz en ojo- lamentó la tragedia que hoy vive su familia luego que ayer el menor de 9 años sufriera un derrame tras un confuso incidente con un compañero de curso.
"Era tranquilito y por tranquilito, había un muchacho que le hacía bullying", reveló, agregando que la Escuela Rafael Valentín Valdivieso, ubicada en Recoleta, tenía conocimiento de las agresiones de las que era víctima su hijo.
El padre del niño -quien ayer recibió la visita de apoderados y compañeros que le detallaron cómo ocurrió el hecho- enfatizó que al alumno en cuestión "lo suspendían por día, molestaba a otros niños en forma agresiva y creo que también rayaba autos".
Según aclaró "mi niñito andaba con una maqueta que habíamos hecho la noche anterior y este niño, el que es agresivo -contra quien no tengo rencor- le quería botar su trabajo".
Relató que -de acuerdo a la versión que le entregaron sus "amiguitos"- mientras esperaban ver una película en la sala de clases, Benjamín protegía su maqueta con una mano en la que tenía un lápiz y con la otra abrazaba a un compañero.
"El niño agresor que le quitó la vida mi hijo, sin que él quisiera, lo empuja con tal fuerza, que su ojo se incrusta en el lápiz, dañándole el cerebro", contó. "Ahora, en este momento, el corazón de mi hermoso está palpitando, pero tiene sus minutos, sus horas contadas, y estoy recordando lo grande que fue, el amor que me dio y la oportunidad que tuve para amarlo", continuó.
Asimismo, reafirmó que "mi hijo era un niño muy tranquilo y por tranquilo, lo miraban por 'pajaroncito'. Él no me contaba quizás por vergüenza y por mi hijo, estoy revelando esta verdad dicha por sus compañeros".
Por último, Apablaza agradeció las gestiones del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, "porque ha movilizado a mis familiares que tengo en el Sur", argumentando que "soy de una familia humilde".
"Los ha instalado en algunos lados y me ha prestado el apoyo incondicional a gastos que nunca pensé tener y que tampoco estoy en condiciones de pagar", aseguró, estableciendo que la situación por la que hoy atraviesa "no se la deseo a nadie, es un trago muy amargo y me estoy hundiendo en la tierra".
Este mediodía, en tanto, el hospital entregará un parte médico con el pronóstico del menor.