Más de 54 mil alumnos de 2° básico no logran las habilidades mínimas para comprender un texto.
El MercurioSANTIAGO.- Uno de cada cuatro alumnos de 2° básico no fue capaz de responder una pregunta simple de comprensión de lectura, pese a que la información aparecía de manera explícita en un texto breve.
Esto implica que esos menores –54.500 en total– no logran las habilidades y conocimientos mínimos para comprender un texto adecuado para su edad, según reveló el primer Simce de Lectura, aplicado el año pasado a 218 mil alumnos de ese nivel, cuyos resultados dio a conoer la Agencia de Calidad de la Educación.
En cambio, para el 75% de los estudiantes resultó "fácil" responder ese tipo de interrogantes, demostrando que cuentan con habilidades básicas de comprensión de lectura.
De éstos, el 40% también pudo contestar preguntas consideradas "difíciles", en que debían encontrar información explícita en textos más largos y realizar inferencias simples.
Los resultados que obtuvieron los alumnos en esta nueva prueba, que tiene el objetivo de detectar a temprana edad las dificultades de los estudiantes en lectura, fueron considerados como positivos por las autoridades de educación.
Leer desde más temprano hace la diferencia
La prueba también constató que persiste la brecha entre los resultados que obtienen los estudiantes dependiendo de la condición socioeconómica de sus familias.
Así, la diferencia entre el grupo socioeconómico alto y bajo fue de 53 puntos (282 sobre 229), similar a la diferencia detectada en el Simce de 4° básico (52 puntos), aunque menor a la que se registra en 8° básico, donde la brecha llega a 57 puntos.
Respecto de este aumento que presenta la brecha a medida que los alumnos pasan a cursos superiores, la presidenta del Consejo de la Agencia de Calidad de la Educación, Luz María Budge, indicó que no se puede concluir que sean las escuelas las que aumenten la brecha.
No obstante, el test también demostró que cuando los padres leen a sus hijos con mayor frecuencia y desde que son más pequeños, éstos logran mejores resultados.
Así, en el caso de dos niños que pertenecen al mismo estrato socioeconómico bajo, si a uno sus padres le comenzaron a leer desde que aprendió a hablar o antes obtiene hasta 17 puntos más que aquel a quien sus padres le empezaron a leer sólo desde que entró a primero básico o aprendió a leer.
Asimismo, si sus padres leen con ellos al menos un par de veces al mes, sus hijos obtienen hasta 8 puntos más que quienes sólo lo hacen un par de veces al año.
Por eso, la ministra de Educación, Carolina Schmidt, subrayó que "empezar a desarrollar tempranamente el gusto por la lectura hace la diferencia y permite ir superando brechas tan importantes que tenemos en nuestro país".
En esa línea, sostuvo que es fundamental que los padres acompañen a los niños en el proceso de lectura "desde que nacen, incluso antes de que ellos empiecen a hablar" y destacó una serie de medidas que está implementando su cartera, como la instalación de bibliotecas en las salas de clases en kínder y prekínder.