SANTIAGO.- Para muchos, el de anoche fue nuevamente un debate de "guante blanco" en el que no hubo prácticamente ninguna diferencia entre los candidatos. Sin embargo, la trastienda del foro entre Andrés Allamand y Pablo Longueira dejó cosas distintas al anterior gracias al público asistente, que tomó más protagonismo.
Previa "chica"
Al igual que en el debate anterior, la producción de TVN dispuso de una carpa VIP para los respectivos comandos, donde pudieron disfrutar de un cóctel antes y después del evento. Sin embargo, el espacio era mucho más pequeño, permitiendo encuentros que el de Canal 13 y CNN no permitió.
Mientras los presidentes de la UDI y RN, Patricio Melero y Carlos Larraín, se saludaban, Pablo Zalaquett bromeaba con las apuestas que había hecho por el resultado del 30 de junio.
El ex edil se ubicó junto a su hermana Mónica y la diputada Andrea Molina. Y juntos se ponían de acuerdo respecto a los tuits que harían durante el programa.
La desobediencia del público
Antes de que comenzara el debate el animador del espacio, Mauricio Bustamante, advirtió a los presentes que no se podrá aplaudir ni gritar durante la transmisión, salvo antes y después de comerciales. Sin embargo, las órdenes fueron quedando en el olvido a medida que avanzaba el debate, ya que si bien al principio el ambiente era de seriedad, poco a poco los aplausos se hicieron más fuertes. Los más ruidosos: RN.
¿Y las chapitas?
Si la semana pasada el senador Francisco Chahuán se encargó de uniformar a todo RN con chapitas que decían "Allamand Presidente", esta vez no pudo ser así por una simple razón: se le quedaron en el auto.
Debate "más movido"
Conformismo hubo entre la mayoría de los presentes respecto al nuevo formato de debate, el que según dijeron, fue más dinámico que el anterior. De hecho, el propio Allamand le hizo ver esto al conductor durante una de las pausas comerciales.
Sin embargo, varios también comentaron que los candidatos estuvieron "demasiado amigos" y que el programa se fue poniendo "bien fome".
La preocupación de Cruz-Coke
Desde que se sumó a la campaña de Allamand, el ex ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke ha mostrado mucha dedicación. Así, se le pudo ver siguiendo atentamente cada intervención de su abanderado, tomando apuntes, comentando constantemente con el senador Alberto Espina y asintiendo con la cabeza cada vez que el candidato expresaba algo que le parecía destacable.
Asimismo, también mostró preocupación respecto al rating del debate, preguntando a los ejecutivos de TVN que se encontraban en el lugar cuáles eran las cifras. En este caso, era Antonio Leal, quien mantenía a todos informados: 11 puntos fue el promedio.
Tecnológicos
Tanto en la carpa el cóctel como en el estudio 8, TVN dispuso de conexiones inalámbricas para que los presentes pudieran conectarse a internet a través de sus celulares En el set, la señal algunas veces se cayó, pero en general funcionó bien.
La gran mayoría estuveiron siempre conectados al teléfono, pero quienes por ningún motivo lo soltaron fueron Francisco Chahuán, Mario Desbordes, Andrea Molina y Mónica Zalaquett.